Un conductor de 20 años que no tiene carné de conducir sembró ayer el pánico por diversas calles del centro de Pontevedra al protagonizar una espectacular huida de varias patrullas de la Policía Nacional que intentaban darle el alto.

Los hechos se produjeron en torno a las cuatro de la tarde y fueron muchos los viandantes que vieron atónitos las “salvajadas” de este joven al volante, según los propios testigos. Esta persona, el ourensano Yago F. A., está detenido junto a dos chicos que lo acompañaban. Se trata de Daniel G. F., de 20 años; y de Adrián M. P., de 21, ambos pontevedreses. En su huida, el conductor pilotó el coche a gran velocidad por calles del centro en dirección contraria, por la acera, colisionando con otros coches aparcados e incluso arrastrando varios metros a un agente que intentaba detenerlos.

Los hechos se iniciaron con una simple llamada de atención a los tres jóvenes por parte de un agente. Una patrulla observó que el Fiat Brava en el que iban los detenidos circulaba demasiado rápido. Entonces le dieron el alto y se le advirtió al conductor de que debía disminuir la velocidad. Todo podría haber quedado ahí, pero los agentes observaron con sorpresa como el coche arrancaba de nuevo a gran velocidad hacia Blanco Porto, prosiguiendo por Joaquín Costa, José Casal y Virgen del Camino, todas calles muy transitadas y algunas semipeatonales. En todo momento, indicaron desde Comisaría, el coche circulaba a gran velocidad y poniendo en peligro la seguridad de los peatones y de otros conductores.

Una vez que el turismo llegó al cruce con Eduardo Pondal, el Fiat colisionó con un Audi A-4 estacionado. Varias patrullas intentaban darle el alto sin éxito.

El cerco sobre ellos se estrechó cuando, a partir de Eduardo Pondal, comenzaron a realizar auténticas “salvajadas” al volante. Allí, el conductor realizó un giro prohibido a la izquierda pero se encontró de frente con un coche que interrumpía su trayectoria, por lo que decidió dar marcha atrás y continuar por dirección prohibida a través de Germán Adrio. El Fiat continuó hasta la Avenida de Vigo, giró a la izquierda y en ese punto un coche de la Policía Nacional arremetió y chocó contra él de forma que logró frenarlo. Un agente introdujo su cuerpo por la ventanilla del conductor para intentar quitarle las llaves, pero el conductor aceleró y lo arrastró unos ocho o diez metros sufriendo lesiones de las que tuvo que ser atendido. La persecución terminó poco después, cuando el Fiat se salió de la vía.