Las autoridades encontraron los cadáveres de los cinco menores, de entre 7 y 16 años de edad, el sábado, en la casa de la localidad de Graham. Cuatro de los niños yacían en sus camas y el quinto, en un baño.

El cadáver de James Harrison, el padre de los niños, apareció poco antes en su automóvil, con el motor aún encendido, cerca de un casino a unos cuantos kilómetros de la vivienda.

Ed Troyer, portavoz del alcalde del Condado Pierce, Paul Pastor, dijo hoy a los periodistas que, al parecer, Harrison y su hija mayor salieron la noche del sábado en busca de su madre, Angela Harrison.

La joven utilizó el dispositivo del Sistema de Posicionamiento Global (GPS, en inglés) del teléfono celular de su madre para intentar ubicarla, y la encontraron con otro hombre en una tienda en la localidad de Auburn, cerca de Graham.

La mujer le comunicó a Harrison que no tenía intenciones de regresar a casa y que se iba con el otro hombre.

Aparentemente, según datos preliminares, el hombre regresó a casa y comenzó a dispararle a cada uno de sus hijos en numerosas ocasiones."Los quería muerto", señaló Troyer.

Horas antes de conocerse estos detalles, el alcalde había denunciado a la prensa local que no era una "tragedia" sino "un terrible asesinato" múltiple.

"Esto parece ser una obra terrible del padre biológico. Si eso no te rompe el corazón, no sé entonces qué lo haría", se lamentó Pastor.

Según las autoridades, la policía acudió el sábado al sector de viviendas móviles en Graham, al sur de Seattle, y allí encontraron muertos a los niños, cuatro niñas y un varón de siete años. Cuatro de ellos yacían en sus camas y el quinto en un baño.

También encontraron varias armas.

Harrison aparentemente usó un rifle para suicidarse y no dejó ninguna nota en el automóvil, encontrado con el motor encendido y cerca del Casino Muckleshoot en la localidad de Auburn, ubicada a 28 kilómetros al norte de Graham y 48 kilómetros de Seattle.

Se trata del tercer incidente con armas de fuego en menos de una semana en Estados Unidos y que, en su conjunto, se han cobrado la vida de 23 personas, incluyendo los agresores en dos de los incidentes.

El sábado, un hombre armado mató a tres de cinco policías que atendieron una llamada por una disputa doméstica en el sector de Stanton Heights, en Pittsburgh (Pensilvania). Las autoridades prevén presentar cargos en su contra.

El viernes, Jiverly Wong, un inmigrante de origen vietnamita irrumpió en un centro de atención a extranjeros en Binghamton (Nueva York), mató a 13 personas e hirió a otras doce antes de quitarse la vida.