Diego Novo Anido, el niño de cuatro años que falleció el lunes en la piscina del colegio Liceo la Paz de A Coruña mientras asistía a una clase de natación, murió ahogado, según la autopsia que le practicaron en el Hospital Universitario los forenses el mismo día de los hechos.La conclusión del examen descarta, por tanto, que el menor falleciese por muerte súbita o por un fallo cardíaco, tal y como sospecharon en principio algunos educadores del centro, que aseguraron que el alumno habría podido sufrir alguna indisposición cuando estaba en el agua. El menor recibió ayer sepultura en el cementerio municipal de Santa Cecilia de Feáns.

Los padres del pequeño, así como los monitores encargados de vigilar la piscina del centro y algunos profesores, prestaron declaración ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 A Coruña. Los agentes de la Policía Científica y Judicial investigan los motivos por los que el niño murió ahogado en la piscina del colegio mientras asistía a una clase de natación incluida en la asignatura de Educación Física. Por el momento, la dirección del centro guarda silencio sobre las causas de la tragedia, al igual que las personas encargadas de la instrucción del caso. Los responsables del Liceo calificaron lo sucedido de “incidente” y justificaron su negativa a proporcionar datos porque así lo exigen las autoridades judiciales. Las primeras indagaciones, sin embargo, apuntan a una posible negligencia de los monitores, ya que, según fuentes de la investigación, Diego Novo pudo haberse quedado solo en la piscina. Los responsables de cuidar a los alumnos, según esta versión, se percataron de que faltaba el menor cuando realizaron el recuento de los pequeños en los vestuarios y cuando salieron a la piscina encontraron el cuerpo del niño flotando.

El colegio aseguró que la piscina tiene todas las medidas de seguridad exigidas por la legislación y que en el instante en el que sucedieron los hechos estaban con los niños tres monitores titulados para esta actividad. Algunos padres, sin embargo, insisten en que sólo un adulto se hace cargo de los niños en la piscina. En algunos momentos, según el centro, llegó a haber 4 responsables con los pequeños. La normativa dice que debe haber un socorrista por cada seis niños. El Liceo aún no informó del número de alumnos que en ese momento estaban en la instalación.