Dos varones encapuchados atracaron a primera hora de la mañana de ayer una entidad bancaria de A Estrada tras secuestrar al interventor a la salida de su casa amenazándolo con armas blancas y con atacar a su familia si no colaboraba. Los asaltantes se hicieron con un botín de más de 100.000 euros y dejaron atada y amordazada en la sucursal a la víctima, a quien hirieron en la mano con un puñal. La Guardia Civil puso en marcha un operativo para detener a los ladrones.

El secuestro exprés se iniciaba a las 06.55 horas, cuando el interventor, J.S.L., de 47 años, salió de su domicilio de Cuntis para desayunar en una cafetería y, después, abrir la sucursal de Caixanova de A Estrada. Pero en el jardín de su casa le esperaban dos varones, provistos de pasamontañas y armas blancas.

Uno de ellos, que salió de detrás de unos setos, le colocó un cuchillo en el cuello y le obligó a abrir el garaje con el mando. Allí aguardaba ya otro encapuchado. Ambos le obligaron a subir a su propio vehículo -un Nissan Terrano-, amenazándole con el arma y también con atacar a su mujer y a su hijo e incluso a su nieto si no colaboraba. Le aseguraron que mientras que uno de ellos iba con él al banco, el otro vigilaría su domicilio para tomar represalias si era necesario.

Efectivamente, uno de los secuestradores viajó con él hasta A Estrada, un trayecto de unos 10 kilómetros. Previamente, al salir de A Sobreira, en la parroquia de San Mamede (Cuntis) donde reside el interventor, el asaltante le mostró la furgoneta en la que el otro secuestrador esperaría para atacar a su familia si él se negaba a colaborar.

Rodeo

Ya en la entrada de A Estrada, el secuestrador evitó pasar por delante del cuartel de la Guardia Civil, el trayecto lógico, y optó por dar un rodeo. Una vez estacionado el vehículo ante la sucursal, el secuestrador obligó al interventor a abrir el banco. Ya dentro -no había nadie más porque aún era temprano-, y tras intentar inutilizar la cerradura exterior con pegamento, le obligó con amenazas a abrir la caja fuerte. Cuando el asaltante estaba cogiendo el dinero y creyéndole despistado, el interventor intentó pulsar el botón de alarma. Fue entonces cuando se produjo un forcejeo entre ambos y el asaltante le atravesó la mano derecha con un puñal.

A continuación, el secuestrador inmovilizó a J.S.L. atándole las manos y las piernas. También lo amordazó. Después emprendió la huida en el vehículo del interventor, que abandonó a 100 metros de la sucursal. Los atracadores se llevaron un botín que, a falta de confirmación oficial, parece que supera los 100.000 euros y podría llegar incluso a rondar los 150.000.

El interventor, que estaba ensangrentado y que presentaba un corte en la mano y un golpe en la cabeza, fue liberado a las 07.55 horas por un cajero, que entraba en esos momentos a trabajar. Al parecer, J.S.L. llamó a su mujer, aterrado, preguntándole dónde estaba y si se encontraba bien, dándole cuenta de lo ocurrido tras comprobar que nadie la había molestado ni a ella ni a su hijo. Asimismo, en la sucursal se personaron efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local. Una ambulancia del 061 trasladó al hombre a un centro de salud, mientras se ponía en marcha el operativo policial de búsqueda de los dos atracadores, que aún no dio sus frutos.