El accidente tuvo lugar en torno a las 7:30 hora local y ha vuelto a poner de manifiesto el elevado índice de siniestralidad laboral registrado en el país asiático. Aunque desde las autoridades se reclama seguridad en industrias y excavaciones, cada año mueren miles de trabajadores en ellas.

Además, a este suceso se añade otro registrado a la una de la madrugada (hora local) en la provincia de Henan, igualmente en el centro de China. En la ciudad de Donggancheng murieron al menos 15 personas y otras nueve quedaron heridas después de que hiciesen explosión unos detonadores almacenados ilegalmente. La Policía trataba de buscar aún horas después al sospechoso de haber provocado la deflagración con su imprudencia, que sin embargo es bastante inhabitual.

De hecho, en 2006 y en la misma localidad, se registró un suceso de similares características en un taller. Cuatro personas murieron por el estallido de unos materiales con los que se iban a fabricar detonadores ilegales, habitualmente usados en las minas de carbón.