Giménez Arbe, preguntado por EFE sobre esta condena, dijo que "es una sentencia política influenciada por el gobierno español y dirigida desde el ministerio del interior".

"Es una injusticia, una condena política", aseguró mientras abandonaba la sala del tribunal de Figueira da Foz donde fue capturado el 23 de julio de 2007 y donde hoy fue sentenciado por los delitos de tentativa de atraco, posesión ilegal de armas y municiones y falsificación de matrículas.