Mercadillos y pequeños comercios de Galicia. Eran el principal foco de distribución de los billetes falsificados de 20 y 50 euros que la mafia calabresa, conocida como Ndrangheta, introdujo en los últimos cuatro años en España, Portugal y África. En este tipo de establecimientos, la red desmantelada ayer por la Guardia Civil hacía compras por pequeños importes para conseguir el mayor cambio posible de dinero legal. En la operación policial, desarrollada en varias provincias españolas en colaboración con Europol, fueron detenidas 20 personas, cinco de ellas en la provincia de Lugo y dos en A Coruña. El resto de detenciones se produjeron en Alicante, Valencia, Murcia, Málaga y Almería. Los arrestados, en su mayoría de origen magrebí, falsificaban el dinero en Italia y posteriormente lo distribuían desde Alicante al resto del territorio nacional, Portugal y norte de África. El dinero legal lo blanqueaban con la compra de propiedades y vehículos, que solían poner a nombre de otros compatriotas para desviar la atención.

En la actualidad, la mafia calabresa es una de las más organizaciones criminales más fuertes y peligrosas de Italia. Agencias italianas contra el crimen organizado estimaron el año pasado que Ndrangheta tiene unos ingresos anuales de cerca de 40.000 millones de euros, fundamentalmente procedente del tráfico de droga y de empresas aparentemente legales como la construcción, restaurantes y supermercados. La operación Margarita Kuskus contra la mafia calabresa revela una nueva fuente de ingresos: el blanqueo de dinero falsificado en España, Portugal y África. En los registros, la Guardia Civil se incautó de 150.000 euros en billetes falsos de 50 y de 20, pero calcula que la red llegó a introducir en España más de 30 millones de euros falsos.

Lugo, clave en la investigación

La investigación sobre esta red arrancó en la provincia de Lugo el pasado verano tras detectarse una "gran cantidad" de billetes falsos en pequeños comercios de Pobra de San Xulián, Sarria y Lugo. El sargento primero de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo, Adolfo Jorge, informó ayer de que fue "clave" para la investigación la detención de cuatro distribuidores, todos marroquíes, y la identificación de un quinto, que se dio a la fuga, el pasado mes de agosto en la localidad lucense de Pobra de San Xulián. Tras la investigación iniciada en Lugo, la actuación policial se ramificó a la Comunidad Valenciana y el resto de provincias gallegas.

El punto de distribución de dinero falso en España estaba en Alicante, donde residía el líder del grupo y tres colaboradores. El dinero falso lo traían desde Italia escondido en coches. Como medida de seguridad para el traslado, otro vehículo lo precedía para alertarle de posibles controles policiales. Aunque la falsificación se hacía en Italia, en España los distribuidores eran los encargados de perfeccionar el relieve, logrando que el dinero presentara al tacto algunos de los motivos de los billetes auténtico. En España, el dinero era llevado a pisos francos en Alicante, desde donde la red lo distribuía al resto de provincias, así como a Portugal y África. Los colaboradores adquirían el dinero falso por un precio que oscilaba entre el 30 y el 40% del valor del dinero.