U. Foces  Vigo

Mientras el vigués Alfonso Álvarez espera en la prisión de A_Lama ser juzgado por agredir a su pareja embarazada en la vivienda que compartían en Tomiño y rociarla con queroseno con intención de quemarla viva, su víctima ha puesto cientos de kilómetros por medio y habla año y medio después en exclusiva para FARO. "No estoy en Galicia, me fui lo más lejos que pude en cuanto me recuperé y aborté. Mi embarazo no iba bien por las agresiones y tampoco quería tener un hijo de un loco", explica.

-El fiscal solicita 34 años de prisión para su agresor y le acusa de intento de homicidio, agresión sexual continuada y malos tratos. ¿Qué le parece la pena?

- No creo mucho en la Justicia. En cuanto salga en libertad vendrá a por mí. Yo estoy condenada de por vida en cuanto él salga. Piden 34 años de cárcel, ¿pero a quién quieren engañar? Si de verdad le caen 34 en cuanto cumpla la cuarta parte podrá salir, una tarde, un fin de semana. Lleva dos años en prisión provisional, así que en cinco podrá venir a por mí otra vez. Yo no hice nada y tendré que estar escondida el resto de mi vida.

- ¿Qué se puede hacer?

- Quiero denunciar públicamente las leyes que tenemos, por eso hablo ahora que va a ser el juicio. Hay que hacer algo. Mi agresor pasará 5 años en prisión por lo que me hizo, y yo el resto de mi vida huyendo y muerta de miedo. Las penas deben cumplirse íntegras. Sigo con pesadillas y miedo a todo, cuando nunca fui miedosa. Me ha jodido la vida. En Tomiño tenía mi casa, mi trabajo, mi familia y mis amigos.

- ¿Está preparada para verle?

- Mi abogada está tratando de buscar una solución para que no tenga que verle la cara, y que él tampoco me vea. No sé si podrá ser mediante videoconferencia o con una mampara.

- ¿Cómo se encuentra?

- Fatal, psicológica y económicamente. Cuando me vine había trabajo, pero ahora con la crisis... debo tres letras del coche, así que me embargarán.

- ¿Ha solicitado ayuda?

-En cuanto ayudas y subvenciones no he pedido nada. No se cómo van aquí. Me cambié de comunidad y no se si tengo derecho. En Galicia tuve ayuda psicológica y, cuando tenía trabajo, subía una vez al mes y seguía viendo al psicólogo. Ahora no puedo permitírmelo.

- Sufrió múltiples malos tratos ¿por qué no denunció antes?

- Me engañó. Yo salía de una separación matrimonial y él venía a la cafetería donde yo trabajaba. Era encantador, atento. Cogimos confianza, no tenía con quien hablar y me escuchaba. Nos fuimos a vivir juntos y empecé a notar conductas extrañas, pero me decía que estaba paranoica por mis experiencias anteriores.

- Y_llegó la primera agresión.

- Llegó borracho a casa y me pegó. Después me pidió perdón y me dijo que tenía un problema con el alcohol y quería curarse. Le di una segunda oportunidad. Todo empezó a ir de mal en peor, no me atrevía a denunciarle porque pensaba "si se entera, me mata" hasta que un día lo denuncié. El 29 de marzo de 2007 me anunció que al día siguiente me dejaba. Yo estaba feliz pero tenía que ocultarlo para evitar enfadarlo. Al día siguiente intentó matarme.

"Quiero denunciar las leyes que tenemos. Las penas deben cumplirse íntegras"

"No olvido sus ojos cuando me decía:_estás muerta"

"Recuerdo aquel día como el último de mi vida. Durante veinte minutos hizo conmigo lo que le dio la gana. Me tiró de los pelos, me dio patadas, golpes, me hizo cortes... perdí el sentido en varias ocasiones. Me arrastró por toda la casa y también intentó violarme. Recuperé la consciencia sobre la cama por lo frío que estaba el queroseno con el que me roció. Se dio cuenta y me dijo:_¡Abre la boca!, para hacerme tragar combustible. ¡Va a parecer un accidente! ¡Te voy a quemar viva!", gritaba mientras buscaba un mechero en el bolsillo. Entonces sonó el timbre de la puerta. Era la Guardia Civil alertada por el amigo al que pedí auxilio cuando lo vi saltar la valla de la finca. Entonces mirándome a los ojos musitó: "estás muerta" y desapareció. No olvido sus ojos cuando me lo dijo", relata con voz la entrecortada.

Pendiente de que la Audiencia de Pontevedra fije la fecha del juicio, no ha vuelto a tener contacto con él. Aunque en los últimos días ha recibido dos llamadas en el móvil. "Te voy a matar", le susurraron. Fue a denunciar pero dice que la Policía le indicó que no podían investigarlo porque podría ser de un móvil robado y él está en prisión. Por eso la segunda llamada ya ni la denunció.