Catorce de los dieciséis heridos por la explosión de Gavà que están ingresados en el hospital del Vall d'Hebron de Barcelona permanecen en estado crítico y trece de ellos sufren quemaduras en más del 80% del cuerpo, un porcentaje que provoca una tasa de mortalidad del 50% los casos.

Así lo ha anunciado en rueda de prensa el responsable de la Unidad de Grandes Quemados del Hospital del Vall d'Hebron, Joan Pere Barret, que ha señalado que ya han informado a las respectivas familias de que se teme por la vida de los catorce heridos muy graves, de los que cinco son menores.

Especialmente grave es el caso de un niño que sufre quemaduras en el 92% de su cuerpo, mientras que hay otros cuatro menores en estado crítico con quemaduras entre el 40 y el 60% del cuerpo y otros dos en estado grave.

Barret, que ha subrayado el estado crítico de cinco de los siete menores ingresados, ha destacado no obstante que en los niños y niñas la capacidad de recuperación es mayor que en los adultos, debido a su mayor posibilidad de regeneración.

Además de este menor con el 92% del cuerpo con quemaduras, hay otros 12 adultos que presentan más del 80% del cuerpo afectado. Según Barret, las estadísticas médicas estipulan un índice de mortalidad del 50% en los pacientes con un 80% o más de su superficie corporal afectada por las quemaduras.

De los 16 heridos ingresados en el Vall d'Hebron, 13 están sedados y tan sólo tres están conscientes, y la práctica totalidad de ellos disponen de ventilación mecánica.

Según Barret, la primera semana, sobre todo los primeros cuatro días, son especialmente críticos a la hora de poder lograr la supervivencia de los pacientes de las unidades de grandes quemados, ya que afrontan el riesgo de sufrir complicaciones renales, ventilatorias, hepáticas y un fallo multiorgánico, como el que esta mañana se ha cobrado la vida de una de las heridas.

Una vez superada la primera semana, los pacientes afrontan un largo proceso de recuperación -que de media dura un día por cada grado de afectación del cuerpo-, de forma que en los afectados por la explosión de Gavà se puede prolongar durante unos tres meses.

En esta segunda fase también se corre el riesgo de un desenlace fatal debido al riesgo de otro tipo de colapsos orgánicos, como el digestivo o el respiratorio.

Barret ha explicado que las familias de los heridos han recibido constante apoyo psicológico por parte de especialistas y que están permanentemente informados del estado de sus allegados.

Además de los 16 heridos ingresados en el Hospital de Vall d'Hebron, hay otros seis pacientes -todos adultos-, que aún están hospitalizados en Bellvitge, de los que tres están en la UCI, con pronóstico grave y quemaduras de entre el 25 y el 50% del cuerpo, y otros tres están también graves pero ya en unidades convencionales.