José Fernando Fernández Martínez es subinspector del Cuerpo Nacional de Policía jubilado desde hace unos años después de 35 años de servicio en Pontevedra. Entre uno de los últimos servicios que tuvo que realizar fue la detención, el 14 de enero de 2004, de Maximino Couto Durán, el presunto homicida de Ponte Caldelas, por el delito de amenazas y maltrato a su ex mujer e hijos así como por el de resistencia a la autoridad que le valió una pena de 2 años y siete meses de cárcel por la que cumplía condena en la actualidad.

Conocido por muchos como "el cabo Fernando", también estaba ahora en el punto de mira de Couto Durán por haberlo arrestado en aquel entonces, según pudo saber por las declaraciones del presunto homicida, quien también reconoció su intención de matar a su ex mujer, a una vecina y a un médico de la zona de Mourente. Todos ellos personas que, por sus enfrentamientos con él, había acabado por autoconvencerse de que eran los culpables de haberle "machacado" la existencia.

-¿Recuerda el día en el que detuvo a Couto Durán?

-Esa actuación la tengo grabada porque fue muy violenta. Yo era el jefe de sala del 091 y recibimos una llamada que nos alertaba de un señor que se encontraba en la zona de Mourente y que, al parecer, estaba amenazando a su ex mujer y a sus hijos. Nos acercamos allí y la mujer corroboró esta versión pero el individuo ya no estaba. Al final la convencí para que pusiera denuncia, porque estos casos podían traer malas consecuencias y cuando ya nos íbamos llegó él en su coche. En ese momento ya nos empezó a decir qué era lo que hacíamos en su propiedad: "Fuera de aquí" y sin mediar palabra pegó un fuerte sopapo a una de sus hijas, la insultó y le escupió en la cara. De inmediato yo me eché sobre él para reducirlo y se puso muy violento. Nos fuimos al suelo y me rompió el uniforme, el móvil... una auténtica batalla campal y cuando ya estaba reducido llegó su pareja, a la que supuestamente mató ahora, y empezó a paraguazos con nosotros._Entonces los detuvimos e iniciamos las diligencias que acabaron en el juicio y en su condena.

-¿Y tuvo más noticias de él?

-Más tarde, antes del juicio, vino una vez a mi finca para pedirme a ver si podía cambiar mi declaración. Yo le dije que no, que fuera al juicio y se defendiese que yo no iba a cambiar nada y no supe nada más de él hasta ahora.

-Pues parece que él no se ha olvidado de usted...

-Fue ayer, por el lunes, cuando me dijeron en Comisaría "Fernando, tú también te libraste" puesto que este hombre les había dicho a mis compañeros que ahora tan sólo le quedaba "el cabo Fernando" y el doctor de Mourente con el que al parecer también tuvo problemas. Probablemente cuando el otro día le dio la puñalada al policía que lo quería detener lo hizo pensando que era yo. Porque este es un sanguinario. Igual pensó: "ya que no puedo fastidiar a un policía, pues lo hago con otro".

-¿Y que piensa ahora?

-Que quizá aquel día que vino a mi finca no venía con buenas intenciones. Menos mal que no tuve contacto con él porque yo estaba en un balcón y él abajo.

-¿Como se siente sabiendo que está en su punto de mira después de saber lo que hizo?

-Pienso que tiene tres años más que yo y seguro que ahora le va a caer una buena condena. Y es que creo que le deben imponer una pena importante, no se le puede dar la oportunidad de que yo le pueda tener miedo, Aunque nunca fui miedoso. Yo hice honradamente mi trabajo 35 años trabajando en la calle y luchando con todo tipo de delincuentes y muchos casos de maltratadas que fui a defenderlas de sus agresores. Recuerdo casos de mujeres que realmente da pena. Pienso que se deben tomar medidas más fuertes contra este tipo de gente, no se les puede dar la oportunidad que ellos no le dan a sus víctimas, ni la que este señor no le dio a su novia ni a su ex mujer. Porque el día que yo lo detuve ante la casa de su ex mujer ya llevaba dos cuchillos en el coche que encontré tras el registro que son los que yo vi que escondió cuando nos vio a nosotros. Quizá aquel día yo ya le salvé la vida por primera vez.