Un error humano impidió que, al menos en parte, se impidiera la tragedia de Mourente. El dispositivo electrónico que portaba Maximino Couto cuando salió de permiso de la cárcel de A_Lama funcionó correctamente y saltó al acercarse al domicilio de su ex mujer, pero los funcionarios de Instituciones Penitenciarias en la Unidad Central de Vigilancia Electrónica de Madrid no detectaron la alarma, según informó ayer la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

La investigación abierta tras la trágica muerte de María del Rosario Peso en Ponte Caldelas, para verificar el funcionamiento del sistema GPS colocado al interno en A_Lama que después apuñaló a un matrimonio y trató de hacer lo mismo con su ex mujer, que no estaba en casa, concluye que Maximino Couto salió de la cárcel con una tobillera y un emisor receptor. A las 16.36 horas del pasado 29 de noviembre, Couto se desprendió del emisor y la incidencia generó una alarma que se recogió inmediatamente mediante una señal visual en la Unidad Central de Vigilancia Electrónica. "A_pesar de que el dispositivo electrónico funcionó correctamente, la alarma no fue detectada por los funcionarios de servicio", según la información facilitada por Instituciones Penitenciarias.

Cuando el dispositivo está completo (tobillera y emisor-receptor), emite una potente señal si el interno entra en la zona de exclusión que tiene previamente fijada. En el caso de Maximino Couto era de 2 kilómetros alrededor de la vivienda de su ex mujer. Una distancia que, según las mismas fuentes, se fijó por las condiciones geográficas de la zona, para dar tiempo a las fuerzas de seguridad a llegar a tiempo si era necesario.

Si bien el GPS_no habría salvado a la actual compañera de Maximino Couto ya que no constaban malos tratos previos, la alerta enviada cuando se dirigió a la parroquia donde viven su ex mujer y el matrimonio, tal vez habría salvado a estos últimos de la agresión de que fueron objeto.

A_Lama cumplió el protocolo de salida de maltratadores

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias puso ayer de manifiesto la profesionalidad de los funcionarios de A_Lama "que activaron todos los sistemas de control ante la salida de permiso del interno, a pesar de que la faltaban veinte días para su libertad definitiva".

Así, además de colocarle el dispositivo electrónico del GPS, los responsables de la prisión pontevedresa activaron el protocolo para los reos de malos tratos:_alertaron de la salida de Maximino Couto Durán a las fuerzas de seguridad.

No era el primer permiso que Couto Durán disfrutaba, sino el cuarto. El primero se le concedió sin el aval de la junta de tratamiento, pero los otros tres recibieron el visto bueno ya que a_Maximino apenas le faltaban veinte días para abandonar la prisión.

De hech, en alguna ocasión anterior el propio interno había informado a los responsables del centro penitenciario que su "pulsera" no funcionaba, y que "pitaba donde no debía", quejándose de que le perjudicaba para futuros permisos.