Juan José González Cañón, el joven de A Illa fallecido en la piscina de Vilagarcía, era en joven modélico y un ejemplo a seguir. Los más próximos lo definían como "un chico sano, sin ningún vicio", de ahí la enorme sorpresa que causó su muerte el pasado martes y el dolor que mostraban sus más allegados durante el sepelio, que se celebró ayer en la iglesia de San Xulián de a Illa. Amante del deporte desde pequeño, acostumbraba a practicar el fútbol y, sobre todo, la natación, donde era un especialista. Era habitual encontrarlo enfundado en su ropa de deporte practicando alguno de estos deportes.

La noticia de su muerte fue un auténtico mazazo para su familia, tanto que los nervios provocaron que sufriesen un accidente de tráfico cuando se dirigían al hospital tras conocer lo sucedido en la piscina municipal de Fontecarmoa. No lo fue menos para sus amigos, que ayer en el tanatorio de Cambados tenían el ánimo "por los suelos".

González Cañón estuvo vinculado al Club de Fútbol Céltiga desde niño. Su padre, el edil del PP Juan José González Vázquez, ejerció como directivo de la institución y él jugó desde la categoría alevín hasta que llegó al primer equipo hace 8 años. El sueño de consolidarse en la primera plantilla, cuando el Céltiga estaba en Regional Preferente, se le truncó en un partido en el que se rompió el menisco, obligándole a dejar la práctica habitual del fútbol. El presidente de la entidad, Manuel Martiñán, lo recordaba ayer: "Era un joven modélico, que después de haber dejado el club como jugador, siempre permaneció vinculado a él, como socio o ayudando en actividades".

Aunque no han trascendido todos los datos de la autopsia, los primeros indicios apuntan a que falleció por "muerte súbita del deportista", provocada por un fallo cardíaco debido a una dolencia congénita o por sobreesfuerzo.

Desde que el cadáver fue trasladado del anatómico forense al tanatorio de Cambados, las dependencias de Santa Mariña se convirtieron en un ir y venir de vecinos de A Illa y de personalidades políticas de todos los colores, debido a la condición de concejal de su padre. Por allí pasó el propio presidente del PP Alberto Núñez Feijóo. El féretro fue trasladado desde la avenida de A Ponte hasta la iglesia, y después al cementerio por sus propios amigos y familiares