Casi 35 años de prisión. Esta es la pena que solicita el fiscal para el vigués Alfonso Álvarez García, de 34 años, acusado de agredir a su pareja embarazada de dos meses en la vivienda que compartían en Tomiño y de rociarla con queroseno sobre la cama con intención de prenderle fuego, algo que evitó la llegada de una pareja de la Guardia Civil alertada de la agresión en abril de 2007.

La Fiscalía le acusa de un delito de asesinato en grado de tentativa en concurso con un delito de allanamiento de morada, por lo que pide 19 años y 11 meses de prisión;_también le imputa un delito continuado de agresión sexual, por lo que pide otros 11 años y 11 meses de cárcel, y otros 3 años por malos tratos físicos y psíquicos continuados. Unas penas que la acusación particular de la víctima eleva a 48 años de prisión, mientras la defensa pide la absolución porque el acusado asegura que se agredió ella misma

Los hechos que dieron lugar a la detención del vigués tuvieron lugar el 31 de marzo de 2007. El hombre abandonó la vivienda por la mañana con parte de sus enseres ya que la relación había terminado, pero poco después llamó a la víctima. Le faltaba el DNI y le dijo que como no se lo diera "estaba muerta".

Sobre las 17.10 horas, según la Fiscalía, Alfonso Álvarez volvió al domicilio de su novia en Tomiño "con ánimo de acabar con su vida". Así, saltó el muro de cierre de la finca y se acercó "agazapado" a la vivienda. Su novia oyó ladrar a los perros y advertida de la presencia de Alfonso llamó a un amigo para alertarle de que temía por su vida. Éste avisó a la Guardia Civil.

Mientras tanto, y según el relato del fiscal, Alfonso cogió una tolva de metal, rompió el cristal de una de las ventanas y entró en la casa. Su novia trató de huir, pero el presunto agresor la alcanzó en la cocina, le quitó el teléfono móvil y lo rompió. A continuación golpeó a la joven reiteradamente, le hizo diversos cortes con un cuchillo "con intención de hacerla sufrir pero sin intensidad suficiente para causarle la muerte" e intentó bajarle los pantalones para mantener relaciones sexuales.

A consecuencia de los golpes, según el escrito de acusación, la mujer perdió el conocimiento. Su agresor la llevó a rastras tirándola por el pelo hasta el salón, y de allí al dormitorio tirándola sobre la cama. Entonces, siempre según el Ministerio Público, la roció con queroseno con la intención de quemarla viva. El frío líquido despertó a la joven que oyó a Alfonso decirle "abre la boca que te lo vas a tragar, te voy a quemara viva". Cuando se disponía a prenderle fuego agentes de la Guardia Civil llamaron al timbre y el presunto homicida huyó. Quince minutos después era detenido en A_Ramallosa.

La joven presentaba cortes con un cuchillo de sierra en cara y cuello, hematomas y vértebras dañadas. Este ataque no era la única agresión sufrida, pues entre los meses de febrero y marzo de 2007, el fiscal indica que la insultó en el bar donde trabajaba y la golpeó en su domicilio, obligándole a mantener relaciones sexuales tras cada humillación. La acusación apunta que la joven aceptó entre cinco y ocho ocasiones, casi una a la semana, por miedo ya que la golpeaba con puños, manos, patadas y con unos palos de artes marciales.