Un hombre de 75 años fue víctima de un violento asalto ocurrido la pasada madrugada en su vivienda del municipio ourensano de Baños de Molgas. Tres personas que iban encapuchadas y armadas con una pistola lo amordazaron y ataron en su habitación para robarle 740 euros, dinero que la víctima, Antonio Novoa Barrio, tenía guardado en su casa.

Según informó la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense, el robo se produjo entre las cuatro y las cinco de la madrugada de ayer, cuando el hombre se encontraba durmiendo. La propia víctima explicaba ayer lo sucedido: "Estaba en la cama y sentí como alguien andaba en la puerta. Cuando encendí la luz ya no me dio tiempo a levantarme, porque ya estaban ellos encima de mí".

"Después me cogieron, me ataron con unas cuerdas y me pusieron un trozo de tela en la boca para que no pidiera auxilio; fue entonces cuando me apuntaron con un revólver y me exigieron que les dijera donde tenía el dinero", continúa el hombre, que ayer todavía estaba conmocionado por lo ocurrido. "Yo les expliqué donde estaba, diciéndole que se llevaran todo y me dejaran en paz", recordó.

Antonio Novoa indicó que una vez que los ladrones se hicieron con los 740 euros que guardaba en la habitación se marcharon. "Ese dinero", apuntó, "era el que tenía guardado porque me voy a operar de una hernia y se lo iba a dar a mis sobrinos porque no quiero que corran con todos los gastos de comida, entre otras cosas".

Cuerdas

Una vez que los encapuchados se marcharon de la vivienda, el hombre consiguió desatar las cuerdas que lo ataban, fue a la casa de su hermano, que también vive en la misma aldea de San Pedro de Ribeira, y llamó al cuartel de Maceda, que puso en marcha una investigación en torno a este caso. "Es la primera vez que me pasa esto y me imagino que los ladrones sabían bien a donde iban, porque al lado de mi casa hay otras viviendas pero en ninguna de ellas vive gente porque la mayoría dejaron la aldea para irse a la ciudad", contaba ayer la víctima del atraco.

Los vecinos mostraban ayer su preocupación. "Hoy le pasó a él pero otro día también nos puede pasar a nosotros y no podemos defendernos", concluyeron desolados.