Aníbal Simao Pinto, el hombre de 31 años que perdió la vida el jueves en el trágico accidente de Oia en el que también fallecieron su hija de 16 meses y el hijo de 17 años de su compañera sentimental, recibió ayer sepultura en la Freguesía de Penacova, al norte de Portugal.

Decenas de familiares y vecinos de la localidad, de donde era natural la víctima, acudieron a despedirlo y relataban estupefactos que el dolor por lo ocurrido era tan grande "que no se puede describir". "Un amigo", concluían cuando eran preguntados por su relación con el fallecido.

Aníbal ha sido la primera de las tres víctimas en ser enterradas. Hoy se celebrará el sepelio por los dos menores fallecidos, Fernando Fonseca, de 17 años, y la pequeña Isabel Ameida, de tan sólo 16 meses, en la localidad portuguesa de Vilanova de Gaia.

La conductora del turismo en el que viajaba la familia y única superviviente, María José Dasilva, de 41 años, permanece hospitalizada en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínia Povisa de Vigo. El accidente que acabó con la vida de sus dos hijos y su pareja se produjo el jueves por la mañana en la carretera entre A Guarda y Baiona. Su turismo colisionó contra un autobús escolar que circulaba vacío.