"Tengo todo en su casa: desde los calzoncillos hasta la zamarra de piel". Apenas unos segundos después de aceptar una condena por malos tratos, un vigués formulaba ayer una singular petición al magistrado: que el juzgado actuase como mediador con su ex pareja para recuperar sus pertenencias. "Es un favor que me hace", rogó el hombre, que está en prisión provisional. Su solicitud surtió efecto y los abogados de ambas partas pactaban tras el juicio la mejor manera de hacerle llegar a A Lama algunas prendas de ropa, su cartera y el dinero que guardaba en ella.

La vista celebrada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo fue muy rápida. Miguel Ángel V.F, que ya tiene antecedentes judiciales, se conformó con la petición que realizó finalmente el ministerio fiscal, que supone una condena de tres años y tres meses de prisión por dos delitos de malos tratos -uno de ellos habitual-, quebrantamiento de condena y amenazas.

Además de la cárcel y de las medidas de alejamiento y de prohibición de tener armas, deberá hacer 31 días de trabajo en beneficio de la comunidad. En concepto de indemnización, el acuerdo entre las partes establece que tendrá que pagar a la mujer 210 euros con sus correspondientes intereses.

Insolvente

El hombre se declaró insolvente, señalando que el único dinero que tiene es el que está en la cartera que permanece en la vivienda de su ex compañera. Y aseguró que hasta esa misma mañana no sabía que tenía que comparecer en el juzgado. El magistrado que presidió el juicio, el titular de Penal 3, que ya lo conocía de haberlo visto en otra ocasión sentado en el banquillo de los acusados, escuchó a continuación la petición que le hizo para recuperar sus efectos personales. "El chándal que traigo hoy [por ayer] me lo regalaron unos presos que conozco allí", afirmó el acusado, quien señaló que todas sus pertenencias están en casa de su antigua compañera. "Tengo cajas de ropa", insistió ante el juez.

La víctima también compareció en la sala para ser informada de la petición de su ex pareja y de la condena finalmente impuesta al hombre.