Cuando ocurrió el trágico accidente, José Manuel P.R. no podía conducir. El fiscal señaló que al joven le habían retirado el permiso de forma temporal sólo unos días después de sacar el carné por una conducción temeraria. El siniestro ocurrió el 2 de junio y no estaba autorizado para guiar un vehículo hasta el 20 de julio siguiente.

Tras el accidente mortal, el ministerio público solicita que sea condenado a tres años de cárcel y a otros seis de privación de conducir vehículos de motor y ciclomotores. Las acusaciones particulares elevan la petición de cárcel a 4 años. Los cargos que se le imputan son dos delitos de homicidio por imprudencia grave, otros dos de lesiones, también por imprudencia grave, y uno de conducción temeraria.