El keniano Mohamed H.J., de 31 años, lleva casi un año en prisión provisional. Concretamente, desde que fue detenido porque presuntamente intentó atacar con un cuchillo a un compatriota con el que vivía en un piso de la calle Real de Vigo junto con otros tres jóvenes de la misma nacionalidad. El juicio se inició ayer y el acusado se declaró inocente: alegó que ese día le prepararon una encerrona porque le acusaban de "intentar controlar" la vida en la casa y aseguró que en ningún momento cogió el arma blanca. El joven se enfrenta a 5 años de cárcel ya que la fiscal lo acusa de un intento de homicidio.

Los hechos se remontan al 14 de julio de 2007. La Fiscalía sostiene que Mohamed intentó clavarle un cuchillo de 20 centímetros de hoja a su compañero Imamu, Jafet, tras una discusión porque éste le dijo a otro inquilino que el acusado había forzado la puerta de su habitación. El acusado lo negó y relató que cuando esa tarde regresó a casa desde Marín, donde trabaja en la descarga de pescado, le tenían "preparada" una encerrona, le llamaron ladrón y Jafet, junto a otros dos, le dieron una "paliza", le empujaron hacia la cocina y llamaron a la Policía. Los agentes declararon ayer que, en su presencia, Mohamed amenazó a Jafet diciéndole, en español, que acabaría matándolo. Algo que también rechazó el imputado: "No es cierto porque discutíamos en nuestro idioma [el suajili]". El arma apareció en un cajón de la cocina.

Los policías fueron los únicos con una versión similar de los hechos. El resto de testigos -residentes del piso- incurrieron en múltiples contradicciones. La supuesta víctima contó ayer que se escapó y no llegó a ver el cuchillo, pese a que a la Policía le había dicho que sí. Relató que el acusado le envió una carta desde prisión pidiendo que lo perdonase. La fiscal le preguntó si lo había perdonado y él contestó que sí.