En esta ocasión, uno de los trabajadores de la empresa, que supuestamente tenía problemas con el supervisor, decidió terminar con sus conflictos laborales con una pistola de por medio, disparando a su jefe y a otras cinco personas, de las cuales sólo una sobrevivió. Posteriormente, el individuo se suicidó, un comportamiento habitual en este tipo de acciones y presentes en todos los ámbitos y sectores de la sociedad.

El hombre armado, de 25 años, había tenido antes de perpetrar su acción "unas palabras" con su supervisor, según el sargento de la Policía de Henderson, John Nevels, portavoz de las Fuerzas de Seguridad en la localidad donde sucedieron los hechos. Momentos después, "volvió" a 'Atlantis Molded Plastics Inc', la planta de plásticos en la que trabajaba, para aparentemente vengar la discusión, según informaciones de los medios estadounidenses recogidas por otr/press. Sin embargo, parte de los 35 empleados que en el momento de tiroteo se encontraban en las instalaciones también sufrieron las consecuencias de la acción.

Así, los testigos comprobaron cómo "el supervisor y el pistolero caminaron juntos hacia el exterior". Entonces, según el relato de la Policía, "se oyó un disparo", instantes antes de que el sospechoso regresase a la planta y comenzase a disparar sin mirar a quién en distintos puntos del edificio. En consecuencia, dos personas murieron en la misma escena del crimen y otros cuatro en los hospitales de Henderson y Evansville, localidad de Indiana. Tan sólo uno de los heridos sobrevivió, y según los primeros datos su vida no corre peligro.

INVESTIGACIÓN EN MARCHA

Los hechos, ocurridos durante la medianoche del martes (madrugada en España), han motivado una investigación por parte de las autoridades que comenzó con entrevistas a los testigos. De esta forma, se pretendían esclarecer tanto las circunstancias del suceso como las identidades del presunto asesino y sus víctimas.

En principio, todo parece indicar a que el joven eligió a sus víctimas al azar tras matar al supervisor, pero se investigan los motivos que movieron al sospechoso a actuar contra los empleados de una empresa que cuenta con varias plantas repartidas por todo el país y que produce moldes de plástico en el caso de las instalaciones de Henderson, que cuentan con alrededor de dos centenares de trabajadores en su plantilla.