El pedófilo Alvaro I.G., Nanysex, comenzó a los 13 años a abusar de niños menores de cinco años, franja de edad por la que exclusivamente siente atracción, según explicó ayer en el juicio que se celebra contra él y otros tres acusados uno de los psiquiatras que le examinó tras ser detenido en mayo de 2005. Los forenses coincidieron al afirmar que tiene un alto riesgo de reincidencia.

La Sección 23 de la Audiencia comenzó ayer a practicar la prueba pericial, en la que comparecieron los forenses que trataron a los integrantes de la red de pederastas desarticulada en la "Operación Kora". A Alvaro I.G, que se enfrenta a 39 años de prisión, se le diagnosticó una parafilia de tipo pedófilo. El abogado Manuel Maza, que ejerce como acusación particular, relató que el especialista explicó que Nanysex, que no tiene remordimientos por lo que hizo, tiene el perfil de un pedófilo de tipo "fijo invariable", es decir, aquel que sólo siente atracción por los niños de edades tempranas. En cuanto al ourensano acusado e implicado en esta red, José G. C., los forenses señalaron que sufre un trastorno pedofílico, una enfermedad que, sin embargo, le permite distinguir el bien del mal y no es un impedimento para frenar sus impulsos.

Linchamiento

Por otra parte, nada más comenzar la sesión, el letrado de Nanysex solicitó al tribunal que reforzase las medidas de seguridad de su cliente para garantizar su integridad. La petición se produjo debido a que, según su versión, reclusos de Alcalá Meco trataron de incendiar su celda tras lograr romper los cristales de la ventana que dan a su cuarto para arrojar una toalla prendida desde el patio. Instituciones Penitenciarias negó esta agresión.