La juez de Tui decretó ayer el ingreso en prisión provisional sin fianza del constructor Manuel Constante T. V, de 52 años con domicilio en Vigo, por un presunto delito de tentativa de homicidio o asesinato, y otro de tenencia ilícita de armas tras haber disparado un tiro al promotor Luís García, que resultó herido leve ya que la bala le rozó la nuca. El fiscal pidió "justificación en tentativa de asesinato", al no descartarse que hubiese alevosía. La defensa pidió libertad provisional, con o sin fianza, pero no lo consiguió.

La declaración del detenido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Tui se prolongó durante más de dos horas. Sobre las 15.30 horas se procedía a dar lectura al auto judicial, acto previo a su traslado a prisión. En el semblante del constructor, que se cambió de ropa en el mismo juzgado, se reflejaba angustia y desconcierto. La próxima semana la juez de Tui tomará declaración a la víctima, que logró escapar del lugar donde se produjo el tiroteo con heridas leves.

El suceso por el que Manuel Constante T.V. fue puesto a disposición judicial ayer, tuvo lugar la tarde del pasado miércoles, día 11, en una vivienda en obras situada en la parroquia de Viladesuso, en Oia, propiedad de su cliente Luís García, quien había contratado los trabajos de construcción con el imputado.

Según el relato de la víctima a FARO de VIGO, aquella tarde "él (Manuel Constante) vino a buscarme a casa para tratar ciertos asuntos acerca de las obras". Tomaron juntos un café, vieron la pintura de exteriores para la casa "y luego nos acercamos allí".

Sostiene que no se produjo discusión alguna entre ambos y precisó que el constructor le señaló unas humedades "y en cuanto me agaché para ver de qué se trataba, me disparó por la espalda", describió.

El agredido, al darse la vuelta y ver ante sí el arma (una pistola de calibre 6,35 milímetros), reaccionó saliendo a toda prisa de la casa para refugiarse en un bar de las cercanías. El agresor todavía disparó otras dos veces.

Como explicaba el pasado jueves Luís García, le realizaron unas primeras curas en el bar, hasta que llegó una ambulancia medicalizada 061, cuyo facultativo comprobó que presentaba una lesión leve.

La explicación de todo lo ocurrido puede tener su origen en la difícil situación económica que, al parecer, está atravesando el constructor. Luís García insistió en la premeditación de los hechos y cree que su agresor quiso librarse de él porque "le ahogaban las deudas". Recordó que el constructor fue quien le ofreció el mejor presupuesto para acondicionar el interior de la casa, destinada a la venta. Sostiene García que le pagó a su agresor "60.000 euros por adelantado" que él le había pedido, con el compromiso de que las obras incluirían también una piscina.