Los padres de los niños de la localidad pontevedresa de Ponteareas cuyo estado de malnutrición provocó la muerte de uno y situó al otro en un estado de extrema gravedad rechazaron hoy que sean responsables de lo sucedido hace dos par.

Durante el juicio iniciado hoy en la Audiencia Provincial de Pontevedra el acusado, José Antonio C., de 31 años, se negó a declarar mientras que su compañera, Felisa B., de 26 años de edad, respondió a todas las preguntas excepto las directamente relacionadas con el día en que llevó a su hijo pequeño al hospital "porque no respiraba".

La joven relató que vivía en Navarra cuando en el año 2002 conoció a su compañero a través de un chat, y que pocos meses después ella se fue a vivir con él a Ponteareas y mantuvieron una relación normal hasta que nació el primer hijo, Aharon.

"El nunca ha querido al niño pequeño", aseguró la acusada, quien añadió que su pareja al principio le daba dinero para la compra, pero posteriormente sólo de vez en cuando se acercaba por casa a llevarles bocadillos, yogures y algo de fruta y finalmente se ausentó una larga temporada porque se marchó de jornalero a Xinzo de Limia (Ourense).

El hombre en su momento dijo que, como su compañera no estaba de acuerdo con esa ausencia, le amenazó con que si se iba no daría comer a los niños, pero la mujer hoy lo negó.

Comida de contenedores basura

Así, manifestó que asumió que "llegó un momento que tenía las cosas muy distorsionadas" y se "comía el coco de tal forma que ya no sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal". Por ello, aseguró que cada noche buscaba en los contenedores de basura y cuando encontraba algo de comer se lo daba a los niños.

Sin embargo, los pediatras fueron concluyentes al asegurar que el hijo fallecido, de dos años de edad, llevaba mucho tiempo sin comer. "Sufrió una parada cardiorrespiratoria, consecuencia de un proceso de desnutrición severa que tuvo varios meses de evolución", indicaron los peritos.

Además, añadieron que "presentaba una atrofia muscular impresionante", hasta el punto de que le impedía sostenerse en pie" y concluyeron que su peso, ocho kilos, era menos de 70% que correspondía a su edad.

En cuanto a la niña, de tres años de edad, también presentaba aspecto de "malnutrición importante y una deshidratación severa", si bien su evolución fue positiva tras unos días en la UCI.

Vivienda "inhabitable"

Los agentes de la policía judicial que inspeccionaron la vivienda donde estaban la mujer y los niños dijeron que era "inhabitable" porque "parecía que hacía uno o dos meses que no retiraban la basura y había un desorden absoluto".

Los psicólogos no encontraron en el acusado ninguna psicopatología de interés, y de ella señalaron que tiene un "retraso mental leve y, aunque comprende lo que pasa, resulta ser una persona dependiente e inmadura".

El Ministerio Fiscal solicita 23 años de cárcel para cada uno de ellos por un delito de homicidio consumado y otro en grado de tentativa.