El siniestro se produjo sobre las 09.30 horas, por causas no determinadas aún por los responsables de la investigación, en una caseta utilizada de forma específica para confeccionar cohetes y petardos, y provocó la muerte de J.M.G , empleado de la industria.

La explosión fue advertida por los vecinos de la población de San Julián de Banzo, en cuyas afueras se ubica la planta pirotécnica, pero no llegó a causar la alarma al no ser identificada en un primer momento como procedente de las instalaciones de esta empresa.

Así lo confirmó a Efe una vecina de la localidad, que pensó que la explosión había tenido su origen en la rotura de la barrera del sonido por algún avión.

Los hechos fueron comunicados sobre las 10.22 horas a la Guardia Civil de Huesca, desde donde se alertó al grupo de artificieros del Cuerpo con base en Zaragoza para que se desplazaran a la fábrica pirotécnica para realizar una inspección ocular del lugar donde falleció el trabajador e investigar los hechos.

Las fuentes citadas explicaron que al lugar donde se produjeron los hechos se han desplazado un responsable del juzgado de guardia de Huesca y un forense judicial para comprobar sobre el terreno las posibles causas del siniestro.

A pesar de que la labor policial desarrollada no ha permitido determinar aún las causas del siniestro, la principal hipótesis sobre la que se trabaja es un posible accidente.