El Ministerio Fiscal solicita 25 años de cárcel para el matrimonio de Ponteareas (Pontevedra) acusado de la muerte por desnutrición de su hijo de dos años de edad y de homicidio en grado de tentativa por la situación de desnutrición que presentaba la hija mayor.

La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará los próximos días 11 y 13 de junio a Felisa B. y José Antonio C., acusados de sendos delitos de homicidio por la muerte de su hijo menor Aarón y de la grave situación física en la que se encontraba su otra hija, de tres años, que presentaba un cuadro similar al de su hermano.

Los hechos se remontan al 24 de septiembre de 2006 cuando la madre de los niños, después de comprobar que Aaron, que dormía con ella, no respiraba, acudió a un centro sanitario de Ponteareas, en donde los facultativos comprobaron que el menor había fallecido como consecuencia de haber sufrido una parada cardiorrespiratoria.

La mujer iba con su otra hija que, posteriormente, quedó ingresada en el Hospital Nicolás Peña de Vigo por presentar malnutrición o inanición similar a la de su hermano y, según los informes médicos, "una notable falta de alimentación e higiene y cierto retraso intelectual como consecuencia de su precaria situación física".

Abandono familiar

A raíz de las investigaciones policiales, se averiguó que esta situación de desnutrición derivaba del abandono del hogar familiar de José Antonio C. que, según la Fiscalía, desde finales de 2005 "se ausentaba a menudo durante días y noches, puesto que comía en casa de sus padres y dormía en casa de un amigo, llevando cada vez menos comida y dinero para su esposa e hijos".

En septiembre de 2006, tres semanas antes de la muerte de Aarón, José Antonio se marchó a trabajar a la localidad ourensana de Xinzo de Limia, y se "despreocupó" de su familia desde entonces, "a pesar de que su mujer le había advertido que no le daría de comer a sus hijos", hasta que le informaron de la muerte del menor.

Según el escrito de acusación, Felisa dejó de alimentar a sus hijos cuando se marchó su marido "no dándoles comida ni agua con pleno conocimiento de que les causaría la muerte, negándose a pedir ayuda a sus familiares, ocultando a los vecinos la presencia de los niños y saliendo sola a la calle por las noches para buscar comida en los cubos de basura, alimentos que consumía ella".

Prisión

El juez ordenó también el ingreso de la madre en un centro hospitalario vigués para someterla a un estudio psiquiátrico, que determinó que sufría un retraso mental leve y "diferentes trastornos de adaptación, ansiedad y depresión". El informe confirmó que dejaba sin alimentar a sus hijos mientras que ella comía lo suficiente, porque no sufría ningún problema alimenticio.

Ante los hechos, la mujer ingresó en la prisión de A Lama, en Pontevedra, el 25 de octubre de 2006, un mes después de que lo hiciese su marido.