El acusado de haber agredido sexualmente a su sobrina desde que ésta tenía 12 años y hasta que cumplió 23 no se presentó esta mañana al juicio previsto por la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra, por lo que el juez decretó su busca y captura, si no aparece en las próximas horas.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, que solicita para el acusado M.B.P. una pena de 32 años de cárcel, los hechos que iban a ser juzgados hoy comenzaron cuando los padres de la menor, que en aquella época tenía 12 años, tuvieron que ausentarse de la ciudad por motivos laborales durante varios meses en el año 1994.

La niña quedó al cuidado de sus abuelos paternos, situación que, según el fiscal, aprovechó el acusado para tocarle los pechos y las nalgas cuando la víctima regresaba del colegio, "simulando que quería asustarla".

Durante varios años, hasta que la víctima cumplió 23, el acusado continuó efectuando todo tipo de abusos sexuales sobre la menor, en cualquier circunstancia que le permitía estar a solas con la muchacha y "además, aprovechaba cualquier ocasión para decirle al oído palabras groseras acompañados de gestos obscenos".

Tal y como reza en el escrito del fiscal, la víctima "nunca relató los hechos por miedo, hasta que necesitó ayuda psicológica en noviembre de 2006". La Unidad de Psicología Forense de la Universidad de Santiago de Compostela constató, así, que la víctima presenta una sintomatología propia de un trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad.

Por todos estos hechos que constituyen varios delitos continuados de abusos sexuales y violación, el fiscal pedirá para el acusado 32 años de cárcel, así como una indemnización de 100.000 euros para la víctima, por los daños morales causados.