La joven austríaca Natascha Kampusch, conocida por reaparecer en 2006 tras ocho años de cautiverio cerca de Viena, anunció hoy una donación "inmediata" de 25.000 euros para las víctimas de Josef Fritzl, acusado de encerrar y violar a su hija Elisabeth y hacerle siete hijos.

Así lo afirmó Kampusch, de 20 años, en un comunicado en el que también hizo un llamamiento internacional para recolectar dinero para la familia Fritzl, para lo cual ha abierto una cuenta especial en un banco austríaco.

"Como ayuda inmediata he puesto 25.000 euros a disposición de los miembros de la familia afectados" por el caso, señala en la nota.

Kampusch afirmó que se mantenía en contacto con el abogado de las víctimas y con las autoridades del Estado federado de Baja Austria para establecer lo antes posible dónde se requiere ayuda de forma concreta.

La joven, que a los 10 años de edad fue secuestrada por el técnico Wolfgang Priklopil en las afueras de Viena y encerrada en un diminuto zulo construido debajo del garaje de su casa, había anunciado ya el pasado lunes su disponibilidad a ayudar.

Explicó que considera haber vivido un suplicio comparable al de Elisabeth, pero también desea ayudar a toda la familia con parte del dinero que ha recaudado en los últimos dos años.

El padre de Elisabeth, Josef Fritzl, un técnico electricista jubilado de 73 años, que fue detenido el domingo bajo la acusación de haber abusado de su hija, confesó el lunes su culpabilidad, y ayer las autoridades informaron de que los análisis ADN confirmaron la incestuosa paternidad de Fritzl en los hijos de Elisabeth.

Tres de los niños vivieron con su madre en 60 metros cuadrados bajo tierra y sin ventanas, y sólo hace pocos días vieron por primera vez la luz del sol.

Nunca fueron a una escuela ni recibieron atención médica, según las investigaciones policiales.

Los otros tres crecieron "adoptados" por sus abuelos (Josef Fritzl y su esposa, Rosemarie), mientras que el séptimo murió poco después de nacer.