Efectivos de la Ertzaintza detuvieron en la localidad vizcaína de Ondarroa a un hombre de 28 años acusado de golpear a su mujer e intentar asfixiarla con el cable del teléfono, en presencia de sus tres hijos menores de edad.

Fuentes del departamento vasco de Interior informaron hoy de que los hechos se produjeron a primera hora de la mañana de ayer, cuando, según el relato de la víctima, el hombre regresó al domicilio familiar en estado ebrio y se desató una discusión entre ambos.

Al parecer, durante la disputa, el individuo "la emprendió a puñetazos en la cara" contra su mujer y la agarró del cuello apretándola con el cable del teléfono, hasta que la mujer cayó al suelo "casi sin conocimiento".

El agresor desistió de agredir a su mujer cuando su hija mayor le avisó de que había alertado a la Ertzaintza.

Los agentes que se personaron en el lugar de los hechos se encontraron a la víctima con hematomas en la cara, el labio abierto y una marca lineal en el cuello producida, presuntamente, por el cable telefónico.

Por su parte, el marido se encontraba "totalmente alterado" y se resistió "en todo momento" a ser detenido, indicó la Policía autonómica.

La mujer relató después a los agentes que las agresiones se venían produciendo desde hacía tiempo y que en alguna otra ocasión ya había denunciado a su esposo, que pasó esta mañana a disposición judicial.