Una quinientas personas concentraron ayer en la localidad vallisoletana de La Cistérniga después de que el Tribunal Supremo haya anulado la condena de 30 años impuesta al grapo Marcos Martín Ponce pro asesinar al policía Francisco Javier Sanz Morales, nacido en dicha localidad. Su madre, familiares y amigos portaban pancartas reclamando "Justicia".