La Policía ha detenido a dos personas más en relación al secuestro del empresario español en Portugal, liberado el pasado 20 de marzo. Con éstas detenciones, el número de arrestados asciende a nueve personas; seis en Portugal, una en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, otra en Lérida y una última en Vitoria.

La operación, realizada por el Grupo de Secuestros y Extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial en colaboración con la Policía Judiciaria de Portugal, ha desarticulado un grupo, compuesto por ciudadanos españoles y portugueses, que secuestró a dos empresarios españoles.

Los secuestradores retuvieron a los empresarios en un hotel de la localidad madrileña de Alcobendas, luego los trasladaron a Muros (A Coruña). Pasados cinco días, y tras poner en libertad a una de las víctimas, se desplazaron hasta Manta Rota, en el sur de Portugal, donde finalmente se logró liberar al segundo empresario el pasado 20 de marzo.

El hermano de uno de los secuestrados había sido estafado meses antes por uno de los detenidos y, además del rescate por su liberación, exigieron que se retirase la querella criminal que habían interpuesto contra él.

Secuestro en Madrid

A finales del mes de febrero, dos empresarios españoles que se dedicaban a la importación y exportación recibieron varias llamadas de un supuesto intermediario de una empresa argentina que simulaba estar interesado en la importación de pescado congelado. Por ello, concertaron una cita con las víctimas en la Moraleja de Madrid.

A partir de ese momento comenzó a dar sus frutos el plan ideado por J.C.S.S., con antecedentes por estafa y falsificación, y que ya había estafado unos meses antes al hermano de una de las víctimas. Esta vez, en compañía de varios consortes, planificó el secuestro de los dos empresarios con el objetivo de obtener un importante rescate y, además, conseguir que le fuera retirada la querella criminal contra él por la estafa.

Dos mujeres recibieron a los empresarios cuando acudieron a la cita en La Moraleja, una de ellas, para dar mayor credibilidad, decía ser secretaría del Cónsul de Brasil. Ellas eran las encargadas de acompañarles al punto de reunión, un hotel de Alcobendas (Madrid). Los empresarios siguieron a las mujeres, a pesar de que la situación no les pareció del todo normal. Nada más entrar en la habitación dos hombres que ocultaban su rostro con pasamontañas les agredieron, les maniataron y les taparon los ojos.

Traslado a Esteiro

Al día siguiente, una caravana compuesta por tres vehículos partió hacia Galicia. En uno de los coches iban los dos empresarios, uno de ellos tumbado en el asiento trasero con los ojos vendados y tapado con una manta, y el otro encerrado en el maletero. Tras siete horas de viaje llegaron a la localidad coruñesa de Esteiro Muros, donde fueron retenidos en una casa de campo.

Uno de los secuestrados, a pesar de permanecer en todo momento con los ojos vendados, se dio cuenta de que J.C.S.S., quien le daba las instrucciones de lo que debía decir a la familia, era la persona que estafó a su hermano meses antes. Entonces les comunicaron cuál era el precio del rescate rescate: once millones de euros y retirar la querella criminal por la estafa.

Después de cinco días de cautiverio, una de las víctimas fue liberada. Para no levantar sospechas sobre el secuestro y justificar su ausencia, mantuvo una versión que resultó bastante extraña para sus familiares.

Todavía con el segundo empresario retenido, los secuestradores se trasladaron a la localidad portuguesa de Manta Rota. A partir de ese momento los investigadores del Grupo de Secuestros, que ya estaban sobre la pista de los delincuentes, activaron de forma urgente los mecanismos de cooperación policial con el país vecino.

Se reduce el rescate

En esta segunda etapa del rapto las peticiones a la familia por la liberación del secuestrado pasan de once millones a cuatro y medio y, en las últimas conversaciones, a un millón y medio. Entonces J.C.S.S. encargó a su sobrino que buscara otros colaboradores para proceder al cobro del rescate. Para ello, barajaron dos posibilidades, bien trasladar a algún familiar hasta Portugal para efectuar el pago o bien recibir el dinero mediante una transferencia bancaria.

Las investigaciones de la BPPJ de Sevilla condujeron a los agentes hasta la localidad de Ayamonte (Huelva), donde se intensificó la colaboración con los agentes portugueses. Tras quince días de cautiverio, y después de dos sin contacto telefónico con los secuestradores, se procedió a la liberación en Portugal del empresario y a la detención de J.C.S.S. y de sus colaboradores.

Posteriormente, los agentes del Grupo de Secuestros de la Policía Nacional localizaron e inspeccionaron los lugares donde estuvieron retenidos en nuestro país y se realizaron las dos últimas detenciones. En la operación se han intervenido dos pistolas, un bate de béisbol, unos grilletes y varias cadena.