Javier Gómez González-Porras, propietario de la papelería Porras de Vigo, falleció el pasado viernes 25 de mayo a los 61 años de edad. Deja viuda, Marta Pérez de Lis Martínez, y dos hijos, Javier y Carlos.

La papelería Porras (Papelera Porras es su nombre oficial) es muy conocida por todos los vigueses y por todas las generaciones de la ciudad olívica. Ha sido durante décadas el local de referencia en Vigo para comprar artículos de pirotecnia destinados al uso de particulares. De hecho era la única firma con autorización legal en Vigo para la venta de artículos pirotécnicos para fiestas particulares. En las vísperas de Fin de Año se formaban colas ante la tienda de la calle Ronda de Don Bosco, 29, para comprar los petardos y luces tradicionales. Además, Porras comercializaba productos de papelería, adornos de Navidad, de Carnaval, disfraces y diversos artículos de fiesta y de broma.

Su historia se remonta nada menos que al siglo XIX, concretamente a 1820, por lo que dentro de dos años cumplirá dos siglos de existencia. La empresa fue fundada ese año en A Coruña. Fue la segunda fábrica de cartuchos hechos de papel de toda Asturias y Galicia, llamándose en principio Calle Cartuchos debido a la ubicación en donde abrieron, según se relata en la página web de Porras.

Javier Porras era un hombre que desbordaba amabilidad, simpatía e ilusión. En una entrevista en Televigo, hace cuatro años, recordaba que las colas ante su establecimiento antes de Nochevieja han sido como una tradición navideña en Vigo. Tenía clientes de toda la comarca. Les aconsejaba que era mejor acudir semanas antes para comprar la pirotecnia, para evitar las largas colas, pero casi nunca le hacían caso, porque dichas colas se habían convertido casi en un agradable acto social. "La gente me dice que prefiere estar en la cola, porque conoce gente y le comentan de artículos que desconocen -señalaba, con una sonrisa- y lo pasa muy bien, así que bienvenidas sean las colas".

Los restos mortales de Javier Gómez González-Porras serán incinerados en la intimidad familiar este sábado 26 de mayo a las ocho menos cuarto de la tarde en la capilla del tanatorio de Emorvisa, en Pereiró, Vigo.