En una de esas declaraciones suyas de arranques de sinceridad tan escasas entre las cúpulas directivas, el presidente de Mercadona soltó durante la presentación de unos resultados anuales que el canal de venta online del grupo era, sencillamente, "una mierda". Poco tardó Juan Roig en anunciar que la compañía iba a darle una vuelta para hacer rentable la comercialización por internet y mostrar una vez más la capacidad de innovación del grupo de supermercados. Ese día llegó ayer. Mercadona lanzó el nuevo servicio de venta online a través de una prueba piloto denominada "Laboratorio", centrada en su mercado de nacimiento, Valencia, donde ha levantado su primer almacén, bautizado como Colmena, reservado en exclusiva para los pedidos online.

Los clientes que residan en códigos postales que no sean cubiertos por la Colmena de Valencia -la ciudad y algunos cercanos- podrán seguir comprando como hasta ahora por la web clásica. En función de la evolución del proyecto, la empresa irá expandiendo el servicio a nuevas ciudades, aunque por el momento no hay fechas concretas.

La tarifa de 7,21 euros por pedido se mantiene. Hay aplicaciones de compra para iOS y Android. El pedido mínimo es de 5 euros. Las compras se pueden pagar por el momento solo con tarjeta bancaria. La entrega se realiza al día siguiente. El proyecto cuenta con una plantilla de más de 240 trabajadores.