Tras estudiar Ingeniería Informática en la Universidad de A Coruña, el vigués David Vilares Calvo realizó su tesis doctoral en la misma universidad y realizó estadías en las universidades de Wolverhampton y Aston (Reino Unido) y en la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur). En la actualidad, este ingeniero vigués de 28 años trabaja en un proyecto para mejorar la velocidad y la eficiencia de los sistemas de búsqueda y traducción que empleamos a través de internet.
-¿Las máquinas llegarán a comprender los sentimientos que hay detrás de los mensajes?
--Esperemos que sí. La idea es seguir avanzando, ya no solo en lo que tiene que ver con la inteligencia artificial, sino también en la posibilidad de que las máquinas puedan comprender lo que decimos. Pero creo que no solo el análisis de sentimiento, sino todo lo que tiene que ver con el procesamiento del lenguaje natural está aún en una etapa muy temprana porque es un campo relativamente nuevo, aunque hay muchos grupos en el mundo investigando en estos campos.
-Que las máquinas puedan entender las emociones humanas y responder a ellas asusta un poco. ¿Tal vez por desconocimiento?
-No hay que tener miedo de la inteligencia artificial porque de lo que se trata con la inteligencia artificial es de conseguir entes inteligentes y una parte de la inteligencia es la capacidad de comunicación, que es algo que nos define a los seres humanos, esa idea de compartir ideas, de poder avanzar, de crear grupos... La inteligencia artificial no tiene nada que ver con lo que solemos ver en las series de televisión y en el cine.
-¿Cuál es la situación para un investigador informático en Galicia?
-La palabra es inestable. En mi casi concreto soy bastante afortunado porque trabajo en un proyecto financiado por la Unión Europea, pero el problema es la inestabilidad, el no saber qué vas a hacer a corto y medio plazo.
-¿Su intención es quedarse a trabajar aquí o contempla la posibilidad de marcharse?
-Pues depende de cómo me pille ese día. Quedarte tiene la ventaja de que estás cerca de la gente a la que quieres, pero trabajar fuera te permite conocer otras formas de trabajar, lo cual es muy interesante.
