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Edu Soto: "No tengo muchas ganas de remover conciencias; ya está todo muy removido"

"La gente está muy susceptible. Hoy bromeas con la bandera de España o con la de Cataluña, o con la política, y más de uno se siente ofendido", afirma el artista

Edu Soto, en "Más vale solo que ciento volando". // FdV

Pocas cosas asustan a Edu Soto, que desde su debut televisivo como el "Neng de Castefa" ha demostrado ser un actor todoterreno, además de otros talentos, entre ellos los de cantante en "Tu cara me suena" -aunque también tiene un grupo, DeLaRoom- y cocinero en "MasterChef Celebrity". Sin embargo, en la sipnosis de su última obra "Más vale solo que ciento volando", declama: "¿Yo solo encima del escenario? Joder, ¡Qué miedo!". El actor catalán llegará al Teatro Afundación de Vigo mañana (20.30 horas) dispuesto a vencer ese miedo poniéndose en la piel de su personaje unipersonal.

- ¿De verdad le daba miedo salir solo al escenario?

-No, pero es cierto que sí que hay un sentimiento de responsabilidad mayor. Cuando haces una obra de teatro con otros actores te dices que si tú no estás del todo bien un día, entre unos y otros salvamos la obra, pero cuando estás solo, estás solo.

- Y sin embargo, va y se lanza solo y además titula la obra "Más vale solo que ciento volando"...

-Bueno, más que nada es que llevo varias producciones propias, todas con más de cinco personas y es bastante jaleo. Esta vez me dije: "Voy a simplificar todo un poco". Era más práctico. Además, me apetecía escribir una serie de cosas.

- ¿Cuáles?

-El tema principal es que a veces yo, que estoy acostumbrado siempre a trabajar en compañías y con mucha gente, cuando me voy de gira a veces descubro que estoy solo con el técnico y me da tristeza, pero también hablo de que siempre hay algún gilipollas que está ahí, minando el buen rollo de la gente. A partir de aquí, busco un gilipollas entre el público y hasta hago hipnosis para que confiese si lo es o no. Todo desde el cachondeo porque, claro, es un término muy subjetivo y sé que yo también seré gilipollas para alguien. Lo que pretendo es divertir.

- ¿Refrenda a quienes dicen que la risa es sanadora?

-Yo creo que es cada vez más necesaria. La información que nos llega está cada vez más enmascarada y es cada vez más fea, por eso creo que la gente va en masa a los espectáculos de humor, porque necesita quitarse un poco ese peso.

- Sin embargo, el humor parece estar bajo sospecha y hay humoristas que hablan hasta de autocensura.

-Creo que hay mucha autocensura porque hay censura. La gente está muy susceptible con todos los temas. Ahora te pones a bromear con la bandera de España o con la de Cataluña o con la política y hay más de uno que se siente ofendido. Yo la verdad es que no tengo muchas ganas de remover conciencias en ese sentido porque creo que ya está muy removido todo, y busco cosas que nos hagan reír a todos, o a casi todos, porque siempre molestas a alguien. Siempre habrá algún tuit diciéndote: "Eso no me ha gustado" o "esto me ha ofendido", y eso que yo voy de puntillas.

- ¿Para no molestar a nadie?

-Voy con cuidado porque, como dije antes, no me apetece remover conciencias, pero no me autocensuro. Eso no. A lo mejor me sale algún comentario político o social en medio del espectáculo porque alguien diga algo, pero es porque hay mucha improvisación.

- En este show hace de todo: canta, baila...

-No me gusta el formato de "stand up comedy" en el que un señor está una hora y media contándote una historia. Por eso lo he adaptado a mi estilo, así que bailo, canto, me disfrazo... Hago de todo un poco, porque es mi manera de hacer reír. No sé hacerlo de otra forma.

- El "Neng de Castefa" le dio popularidad, pero también dijo en alguna ocasión que le cerró puertas. ¿Sigue pensando lo mismo?

-Más que cerrar puertas, me frenó. Salir de un encasillamiento es complicado porque cuando te sale bien una cosa y al público le gusta, los productores dicen ¿para qué le voy a pedir que haga otra cosa? Pero le pasa lo mismo al que siempre hace de guapo.

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