Conciliar la vida personal y laboral no es fácil para nadie, pero en el caso de las familias que tienen personas dependientes se convierte en un auténtico desafío. Así lo constata el séptimo "Informe Discapacidad y Familia" de la Fundación Adecco, que afirma que en España hay 107.100 personas que están inactivas por no poder costear los servicios adecuados para el cuidado de personas adultas con una enfermedad o con discapacidad. Esto supone un aumento del 44,1% con respecto a la cifra registrada en 2012.

Respecto a Galicia, durante el último año, el número de personas inactivas que no buscan empleo para poder cuidar a personas dependientes se ha incrementado un 27%, pasando de las 3.300 que se contabilizaron en 2016 a 4.200 en 2017. Según el estudio, que Adecco presentó ayer, Día Internacional de las Familias, se trata de personas que se ha retirado del trabajo laboral por no poder costear los servicios adecuados para el cuidado de sus familiares, adultos enfermos y/o personas con discapacidad.

"Compatibilizar la vida personal y laboral es un reto para todos los profesionales, que se convierte en todo un desafío cuando hay una persona dependiente en la unidad familiar", afirma Myriam Ganado, consultora de Adecco y especialista en familias.

En este sentido, el presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica COCEMFE, el gallego Anxo Queiruga, resalta el importante papel de los familiares en la atención a las personas con discapacidad, teniendo en cuenta que, a día de hoy, "la Administración Pública no cubre las medidas de apoyo necesarias que tiene este grupo social". "Cuidar de un familiar en situación de dependencia supone un trabajo de 24 horas al día, los 365 días del año. Prácticamente, te obliga a dejar todo lo que hacías para proporcionar estos cuidados y gran parte de estas personas se encuentran con una enorme falta de apoyo, siendo en su gran mayoría mujeres, lo que acentúa la discriminación por razón de género", destaca Queiruga.

Según este estudio, el perfil del profesional gallego que se retira de mercado laboral para asumir el cuidado de un familiar dependiente es el de una mujer (83%), mayor de 45 años (88,4%). "En nuestra sociedad sigue muy arraigado el rol femenino como cuidadora de la familia y del hogar y, además, las mujeres mayores de 45 años son las que más dificultades encuentran en el mercado laboral y, por tanto, las primeras que deciden retirarse cuando la situación familiar lo requiere", opina Francisco Mesonero, director general de Adecco.

El informe, realizado en base a los datos de la Encuesta de Población Activa y en una encuesta a 500 personas que conviven con algún familiar con discapacidad, evidencia que el 35% de los trabajadores que tiene familiares con discapacidad ha tenido que rechazar empleos y otro 20% promociones dentro de la empresa porque no eran compatibles con el cuidado de su familiar. Un 75% demanda más medidas de flexibilidad y conciliación para compatibilizar su desarrollo profesional con el cuidado de su familia.

Además, un 80% de los que tienen empleo encontraría en el teletrabajo la solución para atender a sus familiares con discapacidad, pero solo un 12% cuenta con la posibilidad de desempeñar sus funciones de forma telemática. Asimismo, un 74% de los encuestados, padres de hijos con discapacidad, cree que éstos no podrán trabajar nunca en la empresa ordinaria. Sin embargo, 7 de cada 10 ve en el teletrabajo la mejor fórmula para que esto sea posible.