El ejercicio físico debe ser parte de los tratamientos para los pacientes con cáncer porque ayuda a contrarrestar los efectos adversos de la enfermedad y las terapias que se aplican, dijo ayer la Sociedad Clínica Oncológica de Australia. "Las investigaciones clínicas han establecido que el ejercicio es seguro y efectivo en la intervención para contrarrestar los efectos físicos y psicológicos adversos del cáncer y su tratamiento", dijo la institución en una declaración. El anuncio, el primero del mundo en defender las beneficios del ejercicio en el tratamiento del cáncer, ha sido respaldado por 25 organizaciones del campo de la salud y la oncología australianas.