Los investigadores del grupo Modestya (Modelos de Optimización, Decisión, Estadística y Aplicaciones) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han desarrollado un modelo estadístico de regresión para predecir la incidencia de la gripe que emplea datos metereológicos como la temperatura. El modelo, que publica la revista "Plos One", emplea variantes meteorológicas como la temperatura y el grado de humedad ambiental para saber cómo va a evolucionar el virus. Esto es posible porque la manifestación de las epidemias de gripe en determinados momentos del año podría relacionarse con factores ambientales más favorables a la supervivencia del virus -bajas temperaturas, baja humedad y bajos niveles de radiación ultravioleta- y que explicarían el comportamiento del virus en zonas templadas.

"El modelo emplea las variables con mejor información disponible en cada momento, lo que nos permite tener una predicción más exacta, lo que para los servicios sanitarios es muy útil para adelantarse a posibles epidemias y adoptar las medidas preventivas como sucede en el caso de la gripe", explica Manuel Oviedo, del Instituto Tecnológico de Matemática Industrial (ITMATI) de la USC, uno de los autores de este procedimiento estadístico, junto con el catedrático de la USC Manuel Febrero; María Pilar Muñoz, profesora de la Universidad Politécnica de Barcelona y Ángela Domínguez, de la Universidad de Barcelona.

Según los investigadores, en términos numéricos la epidemiología de la gripe interpandémica (también denominada influenza estacional) se caracteriza en zonas templadas por epidemias de tamaño variable que ocurren durante los meses más fríos del invierno (entre noviembre y abril en el hemisferio norte y de mayo a septiembre en el sur), cada uno de los cuales suele durar de 8 a 10 semanas. Segundo estos mismos datos y los de un estudio sobre la actividad de la influenza a lo largo de ocho temporadas (entre 1999 y 2007), la duración media de las epidemias en 23 países europeos fue de 15,6 semanas (con una mediana de 15 semanas y un rango de duración que osciló entre un mínimo de 12 y un máximo de 19). Como curiosidad y también en clave estadística, el período típico de incubación de la gripe oscilaría según diversos estudios entre 1 y 4 días, lo que deja un promedio de 2 días.

Esta metodología estadístico ya se está aplicando en Cataluña desde hace dos años para predecir el comportamiento del virus. El procedimiento estadístico de la USC corrige la dependencia temporal, es decir, se reajusta a los errores cometidos en el pasado reciente, y tiene en cuenta la dependencia espacial, esto es, los valores de incidencia en municipios o comarcas próximas.

Según Oviedo, con variables meteorológicas se consiguen resultados de predicción tan buenos como los que se obtienen con otras variables más difíciles de obtener como puede ser la propia tasa de gripe de la semana pasada. "Por ejemplo, la curva de temperatura ayuda a predecir mejor cuándo va a comenzar la gripe y su evolución", explica.