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La Valedora do Pobo aconseja consensuar con los padres si los centros separan o no a los gemelos

Juntos al nacer, separados en las aulas

-La madre que inició la "batalla" considera una "victoria moral" el apoyo institucional -Los padres afirman que los colegios deben escucharles antes de tomar una decisión

La mayoría de los centros separan a los hermanos gemelos o mellizos. // FdV

La recomendación de la Valedora do Pobo, Milagros Otero Parga, de que las decisiones sobre la escolarización de alumnos de partos múltiples sea adoptadas en atención a cada caso particular y de acuerdo con los progenitores fue recibida como una "victoria moral" por Lidia Feal, la madre de Viveiro que hace más de un año inició una batalla para que sus hijas Irene y Raquel puedan estar juntas en el mismo aula. La Xunta no ha dado una respuesta oficial pero desde la Consellería de Educación se insiste en que los centros son autónomos y la respuesta de la Asociación gallega de Pedagogos fue el recordar que la decisión de separar a los hermanos se adopta para favorecer la independencia de cada uno de ellos. Mientras tanto, los padres coinciden en que su criterio debe ser escuchado a la hora de decidir si los niños comparten aula o no.

La iniciativa partió de Lidia Feal, madre de dos gemelas que cursan primero de Primaria. "Las separaron en la escuela infantil", lamenta Lidia, que llegó a solicitar el cambio de zona escolar pero no fue aceptado. Su batalla, hasta llegar en junio a la Valedora apoyada por la Confederación de Anpas galegas, comenzó en la dirección del centro y fue subiendo pero tras las primeras negativas llegó el silencio administrativo. Ahora, tras entregar la carta de la Valedora en el centro y pedir de nuevo la escolarización conjunta, confía en recibir una respuesta positiva y asegura que no parará hasta lograrlo. "Ellas quieren ir juntas, no lo entienden. Una de ellas cree que es un castigo porque está en una clase en la que ella es la excepción, el resto de los niños van por lista y su apellido no cuadra porque no es la clase que le corresponde, es injusto", lamenta Lidia, que afirma que ha recibido multitud de apoyos a través de las redes sociales de padres en la misma situación que "no saben qué hacer".

Preguntada al respecto de si cree que su batalla merece la pena, asegura: "He llorado mucho, ellas me preguntaban por qué no podían estar juntas y les he dado explicaciones en las que yo no creía. Una se muerde las uñas desde los tres años y es una niña triste en el cole, solo en el cole. No estoy haciendo nada que les pueda perjudicar, solo intento hacer lo mejor para ellas, que disfruten de su etapa escolar", afirma. "¿Qué mal les puede hacer a mis hijas estar juntas en clase? Si resulta mal, que las vuelvan a separar", insiste.

"Lo que se pide es que se preste especial atención a la individualidad del alumnado y que las decisiones estén consensuadas con las familias", subraya Bertila Fernández, portavoz de la Federación Olívica de de Asociaciones de Madres y Padres. Foanpas integra la Confederación de Anpas Galegas, que apoyó a Lidia ante la Valedora do Pobo. "Indudablemente los criterios pedagógicos prevalecen pero hay que ver la situación de cada niño porque a algunos el estar separados les supone una barrera para la escolarización mientras que habrá otros a los que les beneficie", recalca Fernández, que insiste en la importancia de un "consenso". "Las familias somos quienes debemos marcar las directrices de cómo se debe tratar a nuestros hijos porque qué duda cabe que tenemos una gran responsabilidad", indica.

Desde la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria se insiste en que su obligación es "respetar la autonomía de los colegios y no intervenir en una decisión de funcionamiento interno que, por otra parte, adoptan muchos centros atendiendo a los informes de sus departamentos de orientación y en muchos casos aprobadas por sus consellos escolares". En todo caso, añade que tras la recomendación de la Valedora se está "elaborando una respuesta que se le hará llegar siguiendo los procedimientos institucionales marcados".

La mayoría de los centros separan a los gemelos y mellizos aunque algunos sí tienen en cuenta las prioridades de las familias. Uno de ellos es el Colegio Maristas, de Vigo, en el que estudian las hijas mellizas de Isa, que comparten aula. "Lo pedimos nosotros porque no son muy dependientes la una de la otra, tienen sus propios grupos de amigos y casi siempre juegan por separado", explica la madre de Carolina y Natalia, que cursan el último año de Educación Infantil. "Por eso están en la misma clase, no están pegadas la una a la otra pero sí prefieren estar en la misma aula, hay padres que prefieren separarlos y está bien que el centro tenga en cuenta nuestra opinión porque somos los padres quienes mejor conocemos a los hijos", afirma.

Sus hijas comparten curso con los mellizos de Esther, Emma y Tomás, quien por el contrario prefirió separarlos. "El último año en una escuela infantil de la Xunta los separaron; ahí no me dieron opción y me dio pena, pero como vi que funcionaba bien, al llegar al colegio, cuando me preguntaron, decidí que fuesen en clases diferentes", explica. En su caso, sí advierte que uno de los hermanos "tira" más por el otro y que el otro "cede" más, aunque remarca que ambos tienen su propio círculo de amigos y ve positivo que cada uno desarrolle por separado su propio carácter en aulas diferentes. Eso sí, coincide con Isa en que deben ser los padres quienes tengan en sus manos la decisión de separarlos o no. "Me parece lo normal porque son los padres quienes mejor los conocen. Es cierto que algunos padres son superprotectores con sus hijos, pero tampoco creo que les haga ningún daño el estar juntos. A mí me costó separar a los míos con dos años porque eran muy pequeños y de hecho creo todavía lo son, pero también sé que en el cole no habría problema si pidiese que estuviesen juntos", remarca.

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