Según José Luis Vila Moriente, que además de miembro de la Asociación Española de Cirugía Estética y Plástica es vocal de la Sociedad Gallega de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SGCPRE) y en la que ha ocupado otros cargos, Galicia se encuentra en la media de la tabla en cuanto a demanda de este tipo de cirugía, que encabeza la ciudad de Valencia. "En Galicia la cirugía estética no es tanto un capricho como una cuestión de salud mental, ya que muchas personas de las que acuden a consulta lo hacen porque les afecta a la hora de exhibir su cuerpo en la playa o en el vestuario del gimnasio. Hay a quienes les afecta incluso en sus relaciones de pareja. El físico puede llegar a limitar mucho la vida a una persona", explica el cirujano plástico.

En cuanto a los límites de la especialidad, asegura que estos están en manos de cada especialista y añade que en su caso no todo vale. "Tienes que ser bastante psicólogo y ver qué es lo que hay detrás de la situación de cada paciente porque en ocasiones el problema que tiene no es por su contorno, el pecho o la nariz, sino porque tiene problemas con su pareja, por ejmeplo, en cuyo caso la cirugía no le va a dejar satisfecha ni le va a aportar su bienestar mental", explica.

También hay que ser realistas. "Al paciente hay que dejarle claro qué podemos hacer en su caso concreto, aunque en Galicia, el paciente tiene bastante 'sentidiño'; no viene con pretensiones que no se pueden cumplir", afirma el especialista gallego.