El juez José Antonio Vázquez Taín presentará mañana en el Club FARO su último libro, "Grandes juicios de la historia", en el que con su peculiar estilo destripa los procesos en los que se juzgó y condenó a Jesús de Nazaret, Sócrates, Galileo, los templarios, los crímenes nazis en la Segunda Guerra Mundial o el exjugador de fútbol americano O.J. Simpson.

- El 10 de abril publicó su nuevo trabajo sobre los grandes juicios de la historia, apenas un par de días después de fijarse fecha para el juicio contra el libro "Fariña", el 21 de junio. ¿Qué espera del proceso?

-Es muy difícil opinar sobre una resolución judicial sin el expediente. ¿Qué cómo va a acabar? No lo sé, pero yo tengo confianza en la justicia española, que respeta la libertad de expresión. Solo cuatro libros en toda la democracia han sido secuestrados y no creo que haya motivos para uno más.

- Ha tachado de increíble que un libro sea secuestrado por contener hechos ya juzgados.

-En España el periodismo de investigación nunca se atrevió a decir cosas que todos los que tenemos conocimiento del narcotráfico sabemos a ciencia cierta porque se arriesga a una querella, pero es la excusa que han usado siempre los narcotraficantes para silenciar a la prensa. Tendrán que cambiar las cosas, porque si no, la democracia no es tal.

- No parece fácil recopilar datos para escribir un libro en el que se analizan juicios tan lejanos, ¿cómo fue la selección?

-Decidí centrarme en esos seis porque son los juicios más conocidos de la historia y en cada uno de ellos el lector se va a sorprender. Es un estudio serio y documentado para explicar por qué se condenó a Sócrates o a Jesús o por qué se absolvió a O.J. Simpson. Permite al mismo tiempo conocer un poco nuestra sociedad, ver que la justicia cuando es servil, como fue en el caso de los templarios, dictará las sentencias al dictado del rey, pero cuando es rebelde será capaz de imponer una sentencia ejemplar.

- Una de las lecturas que aporta el libro es que todo es cíclico.

-Por eso elegí el juicio de 1111 antes de Cristo en Egipto, que es el primero documentado sobre la corrupción de los saqueos en las tumbas de los faraones, para mostrar que teníamos los mismos problemas hace tres mil años. Sería aleccionador enseñar a nuestros hijos más historia porque verían reflejados los defectos y las virtudes de todas las generaciones que les precedieron.

- A raíz del análisis del caso de O.J. Simpson lanza una crítica hacia los jurados populares.

-El caso de O.J. Simpson es paradigmático, porque el mismo hecho lo juzgó un jurado popular penal que lo absolvió por unanimidad y luego un jurado civil lo condenó por unanimidad. Cuando en un jurado popular se barajan variables que pesan sobre la sentencia pero que no tienen nada que ver con los hechos se demuestra que la institución no es todo lo idónea que puede ser. Decir que lo que hace un juez lo pueda hacer cualquier persona es simplificar muchísimo la labor judicial.

- También indica que cuando la justicia no sabe conservar su imparcialidad y dignidad como institución se convierte en burocracia.

-Que defienda la profesionalidad de los jueces no quiere decir que sea un sectarista porque creo que la justicia debe mejorar muchísimo. Lo primero que tienen que entender los jueces es que esto es un servicio y hay que enfocar el trabajo desde un punto de vista más humano. Si tardas seis años en tramitar un procedimiento y no crees que algo funciona mal es que te has convertido en burocracia.

- En el caso de Sócrates señala que fue gracias al juicio en el que se le condenó a muerte la razón de que sus discípulos se afanasen en dar a conocer sus enseñanzas.

-Lo de Sócrates es una contradicción histórica. Nos enseñan que Atenas es la cuna de la democracia y también que Sócrates era el filósofo condenado de forma injusta por un estado opresor, pero fue Atenas la que le condenó y las dos verdades no pueden serlo a la vez. Sócrates puede ser el filósofo más brillante de la historia, pero lo que ocurre es que la muerte la buscó él y fue justamente condenado por mal ciudadano.

- Lo cierto es que no deja en muy buen lugar a Sócrates.

-Como filósofo sí. Pido disculpas porque sé que muchos de los juicios que hago van a sorprender y van a levantar ampollas, pero prefiero ser sincero a ser condescendiente.

- También sorprende su relato de Galileo, un hombre al que describe como una persona que se arrimó a los poderosos para prosperar.

-Me resultó curioso el paralelismo que había entre el clientelismo de las cortes europeas en el siglo XVII, en el que si no tenías un enchufe no podías subir, y la España actual. Además, todos creemos que la Iglesia era el oscurantismo, pero Copérnico era un cura y su teoría de que la tierra giraba alrededor del sol fue enunciada por obispos. Los protestantes usaron la imprenta para hacer uno de los primeros fenómenos de posverdad que hubo en Europa, que fue criticar la Inquisición, cuando los juzgados civiles eran más duros y aplicaban de forma más cruel la tortura.

- Cita como el juicio del siglo XX el de Nuremberg y también como tal el de O.J. Simpson.

-Parece que son de siglos distintos, pero hay menos de cincuenta años entre uno y otro. O.J. Simpson fue un ejemplo de cómo la justicia puede ser un instrumento al servicio de los poderosos, como lo fue en épocas anteriores. La muerte de dos personas -la exmujer del exjugador de fútbol americano y un camarero- era totalmente irrelevante para el público porque eran desconocidas, pero el autor sí era famoso.

- Abre el libro con el juicio a Jesús asegurando que durante el proceso no quiso defenderse, a pesar de que podría haberlo hecho para evitar su condena a muerte en la cruz.

-Jesús era un gran jurista y lo demuestra el hecho de que la Biblia es un compendio de aplicaciones de leyes, del Talmud y de las leyes mosaicas que él interpretaba con brillantez a pesar de que era un sistema muy confuso. Y de repente llega el día de su juicio y guarda silencio. Desde el punto de vista religioso puede parecer un juicio injusto, pero desde el punto de vista jurídico no podía ser de otra manera. Las leyes castigaban con la muerte tanto la blasfemia como el nombrarse rey al margen del imperio, y él sabía lo que iba a pasar y lo asumió.

- Hace también un curiosísimo inciso sobre los juicios en los que fueron animales los que se sentaron en el banquillo.

-Se han celebrado juicios contra ratas, contra cerdos... y eran normales porque en ese momento eran seres de Dios y no se podían matar. El juicio era para justificar que no estabas atentando contra la ley de Dios. A todos aquellos que les pueda parecer fruto de la ignorancia de aquella época y creen que no volverá a pasar les recuerdo que se vuelve a exigir una legislación que proteja los derechos de los animales, que se les trate casi humanizándolos. No es tan extraño entonces ya que hoy en día, aunque en menor medida, también está pasando.