"Si salieses a vivir... ¿qué harías para tener un día pleno?", preguntó la psicóloga Patricia Ramírez en su conferencia de ayer en el Club FARO donde presentó su último libro "Si salieras a vivir... Hábitos para disfrutar de una vida plena" (Grijalbo).

"Te invito a través de este libro, de sus doce hábitos y de los ejercicios prácticos que incluye, a adoptar la actitud que te permita vivir con ganas, con serenidad, con plenitud. Un día puede ser algo más que un día. Un día puede ser, en parte, lo que tú decidas", señala en el libro.

Y en esto se centró en su charla de ayer en Vigo, donde estuvo acompañada por la también psicóloga Diana Rodríguez, quien utilizó la fábula de la hormiga y la cigarra para explicar que, tras leer el libro comprendió que "está bien ser hormiga pero también ser cigarra". "Podemos tener nuestra parte de divertirnos (incluso en el trabajo) y otra parte de mayor constancia", dijo.

Rodríguez aseguró que Ramírez es la psicóloga "más influyente" de nuestro país y destacó su labor en equipos de fútbol como son el Betis y el Mallorca y sus colaboraciones con diversos medios de comunicación como el Marca.

Para trabajar esa "vida plena", la psicóloga planteó cinco puntos en los que hacer hincapié en cada personas. El primero, esperar cosas buenas de ti. "Tenemos que tratar de buscar qué cosas buenas tenemos para focalizar la atención en ellas. La visión que tenemos de nosotros mismos es lo que lleva a que nos comportemos de esa manera. Si tenemos una visión pobre, con baja autoestima, tendremos tendencia a caer es esa profecía autocumplida de la que hablamos los psicólogos. Si centras la atención en un lugar equivocado obtienes resultados equivocados. Así de sencillo", resaltó.

Ramírez habló de la necesidad de estimular lo que ya tenemos bien y puso de ejemplo a la autora japonesa Marie Kondo, artífice de un método para ordenar famoso en todo el mundo, para explicar que hay que dejar que la gente se focalice en lo que se le da bien. "Dejemos que la gente se dedique a sus pasiones. Tu talento no es lo que tú crees que te conviene, sino lo que te apasiona", aseguró.

El sano egoísmo de dedicarte tiempo es el segundo punto para una vida plena. "El tiempo es como el amor, hay suficiente para todos", dijo. "Buscar tiempo para ti no es quitárselo a los demás", prosiguió, pues señaló que "la gente tiene que aprender a vivir con autonomía". E invitó a los asistentes a seleccionar sus "innegociables" y anotar esos pequeños placeres diarios que le gusta poder a cada uno. "Es complicado ser feliz cuando uno no tiene claro cuáles son sus prioridades", matizó.

El tercer punto es pensar para sumar pues, según describió Ramírez, los pensamientos son nuestro GPS. Pero no son algo estanco, se puede cambiar nuestra forma de pensar. "No viene determinada por nuestro ADN", aseveró la especialista.

"Tenemos que tener cuidado con cómo verbalizamos nuestros pensamientos a la hora de relacionarnos con los demás", añadió. El pensamiento es determinante para las emociones y es necesario modificar uno para que cambien las otras. Poco a poco se puede ir configurando un lenguaje positivo, la experta es partidaria de ir anotando los propósitos que la persona quiere cumplir.

Ante el error, compasión. Este es el cuarto ítem que desarrolló en su charla. "Los diferentes estudios sobre la gestión del fracaso concluyen que la compasión es lo que mejor funciona. Los errores y los fracasos no te definen como persona", apuntó.

"Mereces quererte, tratarte con amabilidad y motivarte como haces con tus amigos", agregó. Ramírez abogó por analizar pensamientos y actitudes, corregirlos, tomar decisiones y actuar, pero sin "machacarnos", sin tratarnos mal. "Si no te atreves a enfrentarte al error, te cierras a la superación. Para ser mejor necesitas el precio del fallo. Somos personas destinadas a fracasar todos los días para poder aprender. Una persona que se siente segura habla de sus fracasos sin tener que justificarse", dijo.

Finalmente, el quinto punto dice: sal de la zona de bloqueo. "Una vez que hemos aprendido a fracasar tenemos que salir a tener una vida plena. Tenemos que cambiar la zona de confort cuando estamos pensando en que podríamos hacer algo mejor, ahí se ha convertido en la zona de bloqueo y es necesario salir para evolucionar, aunque nos resulte incómodo", afirmó.