La resistencia a los antibióticos causa unas 2.800 muertes al año en España, pero además el consumo de los de amplio espectro puede generar graves problemas de salud, de ahí que el futuro pase por descubrir dianas terapéuticas, dirigidas a bacterias concretas, como ya se hace con el cáncer. En esta "revolución" trabajan investigadores, como el presidente de la Asociación Nacional para el Descubrimiento de Nuevos Antibióticos, Domingo Gargallo-Viola, quien incide en la necesidad de descubrir nuevos antibióticos, de espectro reducido, para "matar directamente al patógeno en cuestión, sin afectar al resto del cuerpo humano".

Para los antibióticos de amplio espectro, que combaten numerosas bacterias, no hace falta un diagnóstico y no hay que tener identificada la bacteria que causa la infección porque actúa contra una amplia gama de patógenos. Pero el antibiótico en sí también afecta a la flora intestinal, puede producir diarreas, problemas en el aparato digestivo graves y crónicos y de colón irritable.

"Esto no pasaría con un producto de espectro reducido porque matarías al patógeno en cuestión, sin afectar al resto, pero además tampoco generarías tantas resistencias a los antibióticos con la frecuencia que se hace ahora", dice.

Este es "un tema grave" -advierte el bioquímico- y España es uno de los países donde está más presente este problema que está asociado al excesivo consumo de antibióticos, moléculas que "solo hay que consumir cuando son estrictamente necesarios".