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"Los movimientos de las mujeres son imparables, ya no hay vuelta atrás"

Carlota Álvarez Basso: "El techo de cristal y la brecha salarial son una realidad; es un drama social"

Carlota Álvarez Basso.

"Las mujeres como motor". Esa fue el punto de partida del Festival Cine Por Mujeres, que se acaba de celebrar en Madrid. Con una programación compuesta por 28 largometrajes de ficción y documental internacionales hechos por mujeres en los últimos tres años se pretende "hacer visible el trabajo y el punto de vista de la mujer en la creación audiovisual y cinematográfica", asegura la directora de la cita, Carlota Álvarez Basso (Vigo, 1964). Además de las proyecciones de títulos premiados en festivales de todo el mundo como "La teta asustada", "Matar a Jesús", "Los perros", "Cosas que nunca te dije", entre otros, se programaron distintos debates y coloquios protagonizados por diferentes perfiles de mujeres profesionales del sector. Licenciada en Sociología por la Universidad de Naterre (París), afirma: "Llevo toda la vida ligada a la cultura". Y no miente. Completó sus estudios doctorándose en la Universidad Complutense de Madrid, especializándose en el consumo cultural de España. Así, su carrera se centró en este ámbito pasando por los equipos de instituciones como el Museo Reina Sofía o el Museo de Arte Moderno de Nueva York, dirigió el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, la Fundación Córdoba Ciudad Cultural y el Matadero de Madrid, entre otros proyectos. Sus compañeros la han definido siempre como muy trabajadora, implacable en la lucha por sus ideas y muy inquieta profesionalmente hablando.

-¿Cómo surgió la idea del festival?

-Diego Mas (director y responsable de contenidos del festival) y yo trabajamos en cultura desde hace mucho tiempo y veíamos que había muchas películas de calidad dirigidas por mujeres que no llegaban al circuito comercial ni a la distribución en España. Considerábamos que tenían que ver la luz y por eso decidimos montar un festival. Empezamos a movernos y a hablar con diferentes instituciones públicas y privadas, con las sedes que participan y todo fue rodado.

-¿Cuáles eran sus objetivos?

-La idea era convertirse en un escaparate para mostrar las mejores películas hechas por mujeres, pero también su importante papel en toda la cadena de producción cinematográfica. Desde la creación hasta el consumo, porque hay que dejar claro que las mujeres consumen más cultura que los hombres. El objetivo es darles visibilidad en todo el proceso de creación.

-¿Cómo hizo la selección de títulos participantes?

-Por nuestro trabajo estamos muy al día de las películas que se producen. Vimos muchas películas para poder seleccionar las más interesantes. Y lo mismo para debates, para poder invita a los perfiles que aportaran más. Queríamos tener una función clarísima de formación, que el festiva fuera un vehículo de conocimiento para las generaciones mas jóvenes. Por eso establecimos ese doble criterio de los debates profesionales y las proyecciones.

-Suecia fue el país invitado en esta edición. ¿Quizás por el ejemplo que suponen sus políticas de género?

-Es una razón de peso, claro. Suecia es un país que se ha declarado feminista, formalmente feminista. Todo vino porque comí el pasado junio con la ministra de Cultura sueca y le pregunté por los resultados de su proyecto de paridad en el cine. Y me confirmó que desde que se puso en marcha el programa "Fifty-Fifty", el cine sueco había obtenido más premios que nunca. Enseñar ese ejemplo nos pareció muy interesante. Pero también influyó la calidad de su cine, que lo conocíamos bien.

-¿Cómo definiría el cine hecho por mujeres? ¿Hay diferencias significativas con el que hacen los hombres como para que se separen?

-No, y eso es justamente lo que queremos demostrar. Las mujeres podemos hacer todo tipo de cine. Se suele pensar que la producción femenina es más intimista, más de carácter doméstico, y no es así. Estos días mostramos películas de diferentes formatos, tanto animación como documental, pero hay muchos ejemplos en el mundo de mujeres que hacen ficción, terror, comedia, drama? La mirada femenina no es necesariamente de ambiente romántico, novelesco o amoroso. Eso es un estereotipo. Pero tampoco tiene que ser un cine de guerra, lleno de testosterona. Es importante la mirada femenina porque aporta nuevos temas, nuevas visiones. La visibilidad es lo que nos lleva a la igualdad.

-¿Cuál es el rasgo más discriminatorio que sufre la mujer en el cine?

-No solo en el cine, en toda la sociedad, porque estamos educados en una sociedad patriarcal y machista. Con valores, costumbres y modelos machistas. Y eso nos afecta a todas las mujeres, en todos los ámbitos. Hay que dejar claro que el techo de cristal y la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres son una realidad, existen, en nuestro sector y en todo el mundo laboral.

-¿La situación es peor en España que en otros países?

-Sí, porque en otros países se están tomando políticas de carácter legal para paliar estas desigualdades, y en España muchos políticos todavía creen que no son necesarias. Esto es un drama social, aunque ellos no lo quieran ver. El problema es que estos machismos o micromachismos están normalizados en nuestra sociedad. Por eso muchos nos llaman exageradas.

-¿Por qué lanzar este festival justo ahora?

-Era el momento adecuado, porque se han juntado varias cosas. Por un lado, el efecto del movimiento "Metoo" contra los casos de abusos en Hollywood, que sigue siendo el patrón que dirige la industria del cine. Por otro, el impacto brutal del pasado 8 de marzo y todo lo que ha pasado con la mujer en los últimos meses. Y, en tercer lugar, esa generación de nuevas mujeres que están en la profesión y que trabajan con unos presupuestos más ambiciosos que antes, lo que les permite hacer productos de una calidad excepcional. Si juntas todo eso en un mismo vaso y lo agitas, te da un buen cóctel molotov que hay que emplear bien.

-Sin duda, este año la mujer y su empoderamiento son las grandes protagonistas del cine. ¿Es un paso definitivo o va a quedarse en un discurso?

-Esto es un fenómeno absolutamente irreversible. Por mi formación de socióloga y mirando la historia está demostrado que estos pasos que reclaman un cambio social, como es el caso de los movimientos de mujeres, son siempre imparables. Solo hay que mirar ejemplos como el matrimonio homosexual o el matrimonio civil. Una vez aprobados, nunca se puede volver a atrás.

-Habla de formar a las nuevas generaciones. ¿Están concienciadas en la defensa de la mujer?

-Solo hay que mirar las manifestaciones del 8 de marzo. Por primera vez las adolescentes nos superaban a las mujeres de más edad. Yo tengo mucha confianza en las generaciones jóvenes. Tengo certeza en lo que vi.

-¿Habrá segunda edición del festival?

-Sí, porque ya nos han confirmado todos los patrocinadores que quieren estar el año que viene. Así que gracias a ellos y a la buena acogida, esta cita ha venido para quedarse.

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