Aunque los termómetros se empeñen en demostrar lo contrario, la primavera ya está entre nosotros. Como todos los años el cambio de estación viene acompañado del cambio de hora. Pero ¿cuándo cambia la hora? En la madrugada del sábado al domingo habrá que adelantar una hora las agujas del reloj de tal manera que a las dos serán las tres. Es decir que el sábado nos acostaremos en horario de invierno y el domingo despertaremos en horario de verano. Una hora menos de sueño.

En efecto, en la madrugada que media entre este sábado día 24 y el domingo 25 de marzo, el reloj se saltará una hora y a las dos de la madrugada serán las tres. Así que, si uno quiere dormir el tiempo necesario, debe tenerlo en cuenta. El cambio lo notaremos sobre todo el lunes, porque arrancaremos la semana durmiendo una hora menos. En la práctica, lo que este adelanto de una hora supondrá es que dejará de amanecer tan pronto y por las tardes la luz durará sesenta minutos más.

¿Es beneficiosa esta modificación horaria?

Los defensores de este cambio horario entienden que los beneficios son más que los perjuicios. Al adelantar el reloj y amanecer más tarde, no se desperdicia tiempo de luz en los que la gente todavía no se ha levantado de la cama.

Y al anochecer más tarde, los adultos pueden disfrutar de más tiempo de luz después de salir del trabajo, los niños pueden estar más tiempo en el parque sin que se haga de noche y los dueños de bares y comercios ven como la gente retrasa la hora de ir a casa, lo que es beneficioso para sus negocios.

También se esgrime como argumento a favor de este cambio que se reduce el gasto en electricidad, al verse alargado el día.

El huso horario

Con este cambio de hora, España pasa de hallarse en el GMT+1 del horario de invierno al GMT+2 del horario de verano. En Canarias siempre es una hora menos, por lo que se pasa del GMT al GMT+1.

Este cambio horario se mantendrá hasta el último fin de semana de octubre, cuando habrá que realizar la operación inversa y retrasar el reloj una hora.

Pero el cambio de horario genera ahora menos preocupaciones que antes, toda vez que los móviles y mayoría de dispositivos electrónicos aplican la modificación de forma automótica.