El invierno en Galicia fue húmedo y registró una temperatura global normal, aunque las máximas fueron bajas en comparación con otros años y, de hecho, se vivió el mes de febrero más frío de los últimos 12 años.

Así lo pone de manifiesto el balance climatológico de la estación que ha presentado este martes la directora xeral de Calidade Ambiental, Cruz Ferreira, que ha destacado que el invierno gallego se ha cerrado con una temperatura media de 8,1 grados, lo que supone -0,4 grados menos que lo habitual, un valor "normal para la época". Aunque las temperaturas mínimas fueron normales, las máximas fueron frías, con una anomalía de -0,6 grados con respecto a lo habitual.

El invierno comenzó con un mes de diciembre en el que las temperaturas fueron ligeramente frías, pero no muy alejadas de los valores normales del periodo de referencia (1981-2010). El mes de enero resultó "ligeramente cálido", con 0,7 grados más de media.

Finalmente, el mes de febrero se caracterizó por el predominio de las situaciones de componente norte, en los primeros días, y la ausencia de situaciones de vientos del suroeste, lo que provocó temperaturas muy bajas. En concreto, según los datos de las estaciones de MeteoGalicia, fue el febrero más frío de los últimos 12 años.

En las zonas de alta montaña de Ourense, como Cabeza de Manzaneda o Pena Trevinca, se alcanzaron los valores más bajos de temperatura --que superaron los 9 grados bajo cero--, mientras que en el litoral --principalmente en ría de Vigo, Costa da Morte y A Coruña-- se llegó a más de 10 grados. En las zonas de menor influencia marítima y de interior, los valores medios estuvieron entre 1 y 6 grados. Fue un mes de febrero 1,6 grados más frío que el periodo de referencia.

En cuanto a las precipitaciones registradas, el invierno puede considerarse "húmedo", ha destacado Cruz Ferreira, con un porcentaje de lluvias un 19% por encima de lo normal para esta estación. El paso de borrascas hizo de diciembre el mes más lluvioso de todo 2017.

Enero tuvo también un comportamiento "típicamente invernal", caracterizado por el acercamiento sucesivo de borrascas, que circularon por el Atlántico norte. Teniendo en cuenta el cómputo global de la Comunidad, las precipitaciones en el primer mes del año estuvieron un 7% por debajo de lo normal.

En particular, en enero destacan las comarcas de A Terra Chá y Eume, donde llovió más del doble de lo esperado. En la comarca de Ferrol llovió durante 25 días este mes.

En febrero, por su parte, se registró un "gran contraste", dado que las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra tuvieron precipitaciones muy por encima de la media, mientras que en Ourense se quedaron por debajo de la media climática.

La precipitación acumulada de todo el invierno dejó valores más altos en la comarca de Condado y en el sur de Pontevedra, con valores por encima de los 1.200 litros por metro cuadrado. El valor medio de precipitación para el conjunto de Galicia fue de 573 litros por metro cuadrado.

Cruz Ferreira ha recordado que, con la llegada de las primeras borrascas en el mes de diciembre, los datos sobre el agua en Galicia comenzaron a ser positivos, lo que permitió "recuperar el índice de los embalses" y caminar hacia una situación de "normalidad".

De cara a la Semana Santa, la directora xeral ha rechazado establecer una predicción, dado que el tiempo comenzará a "cambiar" y a "empeorar poco a poco" a partir de este jueves y es "imprevisible" por lo de ahora como serán los días festivos de la próxima semana, en los que habrá "inestabilidad" y aire "frío".