La Dirección General de Tráfico (DGT) activará sus nuevos radares en la operación especial de Semana Santa, que comenzará el próximo 28 de marzo. Se trata de 60 radares, de los cuales empezarán a multar la mitad, el resto lo harán a mediados de abril o principios de mayo.

Estos radaders se denominan 'Velolaser' y son unos pequeños equipos portátiles para controlar la velocidad en las carreteras sin ser advertidos.

Su carácter ligero y compacto permite colocarlos tanto en los quitamiedos y guardarraíles, como acoplados a los vehículos policiales. Esto permite realizar controles desde diversos puntos fijos sin la necesidad de que los agentes estén en el lugar, dado su carácter inalámbrico.

El 'Velolaser' puede captar velocidades de hasta 250 km/h en ambos carriles, a una distancia de entre 15 y 50 metros y actuar incluso con temperaturas extremas (de 0 a 50 ºC).

Su manejo es posible desde cualquier dispositivo móvil mediante una conexión 3G o 4G, y los datos pueden ser enviados a varios dispositivos a la vez.

Con estos radades la DGT confía en reducir los accidentes causados por exceso de velocidad. En la Semana Santa de 2017 se registraron 29 fallecidos en las carreteras españolas, la cifra más baja de muertos en accidente de los últimos cuatro años.