El Papa lamentó ayer que se produzcan abortos cuando el bebé tiene malformaciones y lo ha comparado con las prácticas espartanas más crueles. "De niños en las escuelas nos enseñaban la historia de los espartanos. A mí siempre me impactaba lo que nos contaba la maestra, que cuando nacía un niño o una niña con una malformación lo llevaban a la cima de un monte y lo arrojaban para que así no hubiera niños con problemas. Nosotros, los niños, decíamos: '¡Qué crueldad!'", señaló.

Francisco hizo esta valoración, en la que no habló directamente de aborto, en una homilía en San Giovanni Rotondo, durante el viaje apostólico que realizó ayer con motivo del 50 aniversario del fallecimiento del Padre Pío. El Pontífice exclamó: "Hermanos y hermanas, ¡nosotros hacemos lo mismo! Con más crueldad, con más ciencia. Aquel que no sirve, que no produce, lo descartamos: esta es la cultura del descarte", denunció.