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Alejandro Palomas: "No tengo filtro entre lo que escribo y lo que soy"

Presenta hoy "Un amor", a las 19.00 horas, en la Casa de Libro de Vigo

Alejandro Palomas. // X. T.

La novela "Un amor" (Destino), que completa la trilogía iniciada con "Una madre" y "Un perro", le ha traído a Alejandro Palomas el reconocimiento del Premio Nadal de este año. Es su proyecto más personal, que le provoca un "huracán" de escritura. Esta tarde, a las 19.00 horas, presenta y firma el libro en la Casa del Libro de Vigo.

-¿Cómo ha recibido el Premio Nadal?

-Con mucha satisfacción, incluso más que alegría, porque soy así: expreso poco la alegría y poco la pena. Necesito equilibrar porque como sé que me voy por el barranco... intento contenerme. Este premio fue más que nada un reconocimiento a mucha lucha. Lucho mucho por lo que hago y, además, lo hago muy solo. Soy muy autosuficiente en ese sentido. Entiendo que es un premio a algo distinto, no sé si será así o no. Me he alegrado doblemente: por mí y porque es un premio a la diferencia.

-Dice que es de contenerse, todo lo contrario que los personajes de esta trilogía.

-Por eso saco ahí lo que soy, sin temor a nada. Por la vida no puedes ir así, es muy difícil. En un marco de seguridad como es la ficción sí puedes ser libremente. Eso es lo que me da la ficción: la libertad.

-¿Hay un poco de usted en cada uno de los miembros de esta familia de ficción?

-Me preguntan muchas veces si soy Fer. Pero no, yo soy todos. Todos tienen una parte de mí, esa parte esencial de mí no puede estar en un solo personaje porque sino sería inverosímil y no tendría cuerpo para una mirada entera. Tengo que dividirme en varias miradas.

-¿Qué es lo que le han aportado estos personajes? ¿Y le han quitado algo?

-No, no me han quitado nada. A nivel familiar hemos pasado a ser un equipo con esta trilogía. Todo el proceso, que son cinco años, hemos pasado de ser cinco personas unidas por la sangre y las circunstancias, a elegirnos. A mirarnos, a reconocernos y a funcionar muy en equipo. Somos como una unidad que se va moviendo, pero siempre mirándose los unos a los otros. Y de esto no habíamos sido conscientes hasta ahora.

-Entonces, este proyecto le ha cambiado la vida.

-Sí, mucho. En lo personal, a nivel Alejandro me ha cambiado mucho porque cuando empecé a escribir "Una madre" me trasladé al campo. De ese retiro para poder ver nace este libro. Y lo que vi en mi familia fue una oportunidad desaprovechada. Me ha cambiado mucho en mi relación con los míos y en lo que valoro más. También me ha coincidido con el paso a los cincuenta, que te cambian muchas cosas que ni sabía. En definitiva, soy un Alejandro muy distinto.

-¿Mejor?

-Sin duda, sí.

-Es fácil visualizar a sus personajes en cada situación, los capítulos son casi como equivalentes a los episodios de una serie, ¿cómo hace para escribir de forma tan 'tridimensional'?

-No lo sé, es que yo lo vivo así. Eso es lo que pasa, que no los creo, que vivo con ellos y lo comunico así. Y el lector y la lectora está conmigo dentro. No es que sea tridimensional la escritura, lo es la experiencia. ¿Cómo lo hago? No lo sé, estoy muy implicado. No tengo filtro entre lo que escribo y lo que soy. No es un ejercicio de escritura, es un ejercicio de vida.

-¿Le gustaría llevar al audiovisual esta trilogía?

-La vamos a llevar. Estamos cerrando ya la venta de derechos. Es muy cinematográfico, yo escribo así. De hecho cuando estoy escribiendo no divido por capítulos sino por secuencias. Con la novela de "Un hijo" ya estamos con la adaptación de la película, pero yo para esta trilogía veo también la posibilidad de hacer una serie. Hay que decidir muchas cosas todavía.

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