Cuatro personas resultaron heridas en dos accidentes que se produjeron en Galicia como consecuencia del paso de la borrasca "Félix" que dejó en la comunidad fuertes vientos de más de 150 kilómetros por hora y lluvias que provocaron 671 incidencias entre el viernes y las siete de la tarde de ayer.

Uno de los siniestros tuvo lugar en A Laracha, en la carretera de Montagudo, en torno a las 22.30 horas del sábado, cuando un árbol cayó sobre un vehículo.

Dos personas resultaron heridas en el siniestro y una de ellas tuvo que ser excarcelada por los bomberos de Carballo tras haber quedado atrapada en el interior del coche, en el que iban tres ocupantes.

El otro accidente con heridos también se produjo en la provincia de A Coruña, concretamente en O Pino a las 06.30 horas en la carretera que enlaza la localidad con Touro cuando dos personas resultaron heridas al colisionar el coche todoterreno en el que viajaban contra un árbol que había caído en la carretera y fueron trasladadas al hospital.

Una tercera colisión de un vehículo con un árbol caído se registró en Ourense aunque sin daños personales. Fue en la N-525, a su paso por O Viso, en torno a las 6.00 horas de ayer.

Así, prácticamente la mitad de las 671 incidencias gestionadas por el servicio de Emergencias 112 entre el viernes y las 19:00 horas de ayer, domingo, estuvieron relacionadas con la caída de árboles y ramas en las carreteras, con 324 intervenciones. Le siguen otras 69 relacionadas también con caídas de objetos varios a las vías de circulación. El resto fueron desprendimientos, derribos e inundaciones. A este último respecto, en Ourense, el río Támega que registraba la noche del sábado, a su paso por la localidad de Rabal, un caudal superior al nivel de alarma, ayer salió de esa situación, con un caudal circulante inferior al de alerta. En Pontevedra se vigiló la evolución del río Lérez, que alcanzó un caudal de 230 metros cúbicos por segundo.

Mar de 'espuma' en A Guarda

Mar de 'espuma' en A Guarda

El mayor número de intervenciones se produjeron en la provincia de A Coruña, en donde se contabilizaron 283 incidencias, seguida de Pontevedra, con 264; Lugo con 73 y Ourense con 51 incidencias gestionadas.

Los ayuntamientos más afectados fueron los de Santiago de Compostela, Ames, Carballo y Bergondo, en la provincia de A Coruña; y Pontevedra, A Estrada y Vigo.

En esta última ciudad, las intervenciones se centraron en la madrugada del domingo, en la que los Bomberos y Policía Local tuvieron que acudir a retirar de la vía dos árboles caídos, en A Madroa y la Avenida Clara Campoamor. También se desprendieron chapas de un establecimiento hostelero de Samil y tres vehículos resultaron dañados tras ser golpeados por una alcantarilla y un contenedor desplazados y una moto.

Además, se cayó un cable de teléfono en el Couto de San Honorato, un cartel de publicidad en la calle Gerona y se alertó también de la inundación de un piso en la calle Barcelona.

En total, los bomberos realizaron en esta ciudad once servicios y la Policía acudió a una treintena de intervenciones durante la noche del sábado al domingo que también incluyeron inundaciones en viviendas y trasteros, desprendimientos de cables, contenedores y vallas en el centro de la calzada, un semáforo caído o falta de alumbrado público.

De hecho, la borrasca dejó sin luz a más de 4.500 hogares, muchos de los cuales permanecieron hasta ocho horas sin servicio, según se informó desde el servicio de averías. A última hora de la mañana de ayer prácticamente se había restablecido el suministro en todos los hogares.

La alerta roja en el mar, que pasó a ser naranja ayer a mediodía llenó de espuma el puerto de A Guarda y también arrastró un velero a la playa de Baltar (Portonovo) y otra embarcación a la playa de Santa Marta, en Cangas. Precisamente en otro de los arenales de O Morrazo se produjo un fenómeno curioso y es que la playa de Mourisca (Bueu) apareció sembrada de grandes bloques negros que se asemejaban mucho al chapapote. Ocurrió ya en febrero de 2016 y dos años después se vuelve a repetir la situación. En realidad se trataba de restos de madera, cenizas de los incendios y tierra, que formaban una masa solidificada.

Además, el tráfico de transporte de ría permanece suspendido desde el viernes a la espera de que mejoren las condiciones meteorológicas.

En la ría de Arousa algunas bateas o restos de éstas quedaron a la deriva y en tierra se contabilizaron numerosos daños materiales y un herido leve el sábado por la noche en Vilagarcía cuando un hostelero se golpeó con la mampara del bar que trataba de retirar.

Y es que "Félix" provocó ráfagas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora que incluso llegaron a los 155,7 km/h en Lardeira (Carballeda de Valdeorras) a las 3.55 horas. En cuanto a las precipitaciones, se registraron 65,7 litros por metro cuadrado en Entrimo y 60 en Avión, ambos en Ourense.

En Sanxenxo, un árbol de grandes dimensiones se cayó sobre una edificación auxiliar en Canelas, donde también quedó destrozado el módulo de salvamento.

Alerta naranja

Pese a alejarse, los restos de la borrasca dejarán todavía este lunes en Galicia mar combinado con olas superiores a los cuatro metros de altura en todo el litoral gallego. Por este motivo Meteogalicia estableció la alerta naranja por olas y viento en el mar hasta las 12 de este mediodía en las costas de Pontevedra y A Coruña, que pasará a ser amarilla hasta las 21 horas. Hasta las seis de la tarde también hay alerta amarilla en la costa lucense.

Para hoy, lunes, se espera una jornada de transición con cielos nubosos con más claros en el norte de la provincia de Lugo, lluvias generalizadas hacia la noche y precipitaciones en forma de nieve por encima de los 1.000 metros.