Parecía una tarde de sábado como otra cualquiera en el centro comercial Gran Vía para Candela Álvarez. Paseos, escaparates, compras, restaurantes... Hasta que de repente, al final de las escaleras mecánicas, le estaba esperando una sorpresa que recordará durante toda su vida. Su novia, Jessica Da Costa, había organizado en secreto una original propuesta de matrimonio. La joven viguesa, de 23 años, no quiso que su pedida de mano se pareciese a ninguna otra y montó un "flashmob" con la colaboración de un equipo de danza de Vilagarcía.

La coreografía paralizó por completo el recinto. Cientos de curiosos, familiares y amigos se arremolinaron en torno a los bailarines para ser testigos de ese mágico momento. Candela Álvarez, de 21 años y estudiante de inglés, no se esperaba lo que se le venía encima. Nada más acceder a la segunda planta del centro comercial un grupo de personas comenzó a bailar enérgicamente frente a ella. Oculta entre ellos estaba Jessica, esperando su momento. Comenzó a sonar "All of Me", de John Legend, y la novia centró todas las miradas. Cuando terminó su coreografía le pidió matrimonio a su novia, que con la emoción tardó unos segundos en dar el "sí, quiero".

Jessica Da Costa no sabía cómo organizar un "flashmob". Contó con la colaboración de la escuela Nyvia de Vilagarcía y del propio centro comercial. Desde enero ha estado ensayando a escondidas, compaginando su empleo en el sector de la hostelería con viajes de ida y vuelta a Arousa para aprenderse la coreografía. La propia Jessica reconoció que su pareja empezaba a olerse algo raro. "Candela estaba empezando a sospechar que me estaba viendo con alguien por andar tan misteriosa", dijo la viguesa. Por suerte todo salió bien y la joven pareja tiene por delante el trabajo de organizar una boda tan memorable como la pedida de mano orquestada por Jessica.