"La emoción es el motor del aprendizaje. Solo podemos aprender aquello que nos emociona, lo que amamos y nos motiva. Y no hay herramienta didáctica más potente que los educadores". Así de claro se mostró el docente, creador del blog "Escuela con cerebro" y experto en neurociencia barcelonés Jesús C. Guillén, que subrayó las claves para una transformación educativa durante una didáctica charla organizada por FARO Impulsa, que reunió a más de 800 participantes en el Auditorio Mar de Vigo ayer. Profesionales de la educación, la pedagogía, padres, estudiantes e interesados en el mundo del aprendizaje aplaudieron -y reflexionaron- en una participativa conferencia que se extendió más de dos horas.

El escritor y docente vigués Xavier Estévez destacó muy positivamente que la necesidad de renovación pedagógica proceda de la sociedad y no solo del interior de las aulas: "La neuroeducación no nos va a dar una fórmula mágica, pero será una herramienta buena para que nuestros hijos y alumnos sean capaces de ampliar todas sus capacidades", indicó Estévez. El profesor del centro plurilingüe Divino Salvador se encargó de presentar al astrofísico y también anunció una nueva edición del Foro de Educación de FARO: Se celebrará los próximos 19 y 20 de octubre en Vigo y entre los asistentes confirmados se encuentran figuras de la talla de la pedagoga Monsterrat del Pozo y del asesor educativo del Gobierno británico, Richard Gerver.

Jesús Guillén enseña a los profes vigueses

Jesús Guillén enseña a los profes vigueses

Jesús Guillén -autor del libro "Neuroeducación en el aula, de la teoría a la práctica"- quiso comenzar justamente por donde lo había dejado el año pasado, en su intervención del I Foro de Educación de Faro: Con un emotivo sketch del filme "Diarios de la calle" -inspirada en la historia real de la profesora de un instituto, Erin Gruwell- y cuyos alumnos "están brindando por el cambio", según Guillén. Un alumno negro lloroso se confiesa ante sus compañeros: su familia ha sido desahuciada, pero las clases de literatura han logrado que "dentro del aula "pueda olvidarse de todos los problemas. Así arrancaría el análisis de Guillén, mediante un enfoque vivencial y vinculando teoría y práctica, de las siguientes cuestiones.

| ¿Influyen las emociones en el aprendizaje? "La emoción es el motor del aprendizaje. No hay aprendizaje sin emoción", indicó, "las emociones son imprescindibles para aprender. Lo emocional y lo cognitivo forman un binomio prácticamente indisoluble". Por eso "es muy importante comprender las bases neurobiológicas, para no cometer errores". El experto se valió también de una frase de Santiago Ramón y Cajal: "Es preciso sacudir enérgicamente el bosque de las neuronas cerebrales adormecidas; es menester hacerlas vibrar con la emoción de lo nuevo e infundirles nobles ye elevadas inquietudes". Guillén enfatizó varias veces "el poder de las buenas historias". Al final de la charla, aseguró que "los programas de educación emocional demuestran que además de las competencias emocionales también mejoran un 11% el rendimiento académico". Del mismo modo, recordó que "el error forma parte del proceso de aprendizaje y nosotros a veces no lo aceptamos".

| ¿Es posible mejorar la atención? Hubo varios ejemplos, con proyecciones y con ejemplos prácticos. "La curiosidad, lo que es diferente y sobresale en el entorno, enciende la emoción. Y con ella, con la emoción, se abren las ventanas de la atención, foco necesario para la creación de conocimiento", indicó en una cita de Francisco Mora. También usó el estudio del cerebro de una niña disléxica: "Podemos cambiar porque nuestro cerebro es tremendamente plástico y todos nuestros estudiantes pueden mejorar. También citó la 'mentalidad de crecimiento´. "Los estudiantes más perseverantes que mostraban más constancia, resiliencia y creían que podían mejorar sus resultados con esfuerzo, lo hacían", aseguró. Opuso la mentalidad de aquellas personas que creen que pueden mejorar sus capacidades; frente a la 'mentalidad fija' de los que piensan que estamos condicionados por la genética. Por eso, destacó que "hay que elogiar a los alumnos por el esfuerzo, no por la capacidad". Es decir, no premiar a un alumno al lograr un éxito "por ser muy listo", sino por habérselo peleado. También ensalzó el poder de los gestos, "más importantes de los que se creían" y, en esa línea, hizo reproducir un cuento a través de mímica y gestos a los asistentes, que interpretaron el clásico de la liebre y la tortuga que logró ganar la carrera.

| ¿Cómo podemos hacer un uso adecuado de la memoria? "El cerebro es un órgano muy complejo y poco conocido", reconoció. Para ejemplificar ese postulado y durante varios experimentos, Guillén mostró la imagen de aquel vestido que la mitad de la población ve de un color verde y la otra, blanco y dorado. Y otro caso práctico tan simple como enrollar un folio a modo de catalejo e ir tapando con la otra mano un ojo, hasta percibir que el papel "agujerea" la mano. Criticó un modelo memorístico de enseñanza, basado únicamente en la repetición para asimilar conceptos. "El aprendizaje explícito requiere comparar, hacer analogías? No podemos aprenderlo todo a través de la repetición", indicó. Y también que "no podemos focalizar la atención durante un tiempo muy prolongado, así qué importantes son los parones de 4 minutos". "Hay programas que mejoran la atención ejecutiva. Parones de cuatro minutos para que los estudiantes mejoren durante las clases posteriores. A los niños de TDHA les va genial porque se recargan.

| Si jugamos, ¿aprendemos? "Imagina que pudiéramos enseñarles matemáticas a los niños porque quisieran jugar", indicó citando a Daphne Bavelier. Hubo varios ejemplos y propuestas a lo largo de la conferencia, en la que un grupo de personas llegó a subir al escenario para ponerle una escenografía improvisada a una canción de Bon Jovi. De paso, practicaron ejercicio y pararon cuatro minutos, otro de los consejos del experto. El experto se refirió a que hay estudios que muestran que hay jóvenes que también han mejorado la atención ejecutiva usando los videojuegos de acción". "Queremos mejorar la educación desde las familias, escuelas y asociaciones. Y queremos compartir evidencias empíricas y aplicaciones prácticas en el aula, en el contexto de Neuroeducación, que es más que la neurociencia. Para saber qué es lo que funciona pero también por qué funciona", resumió. Por eso recomendó veinte minutos de actividad aeróbica, "que son muy buenos también a nivel cognitivo: más vascularización cerebral para mejorar las neuronas. ¿Cómo fomentar la creatividad en el aula? "Trabajar actividades de pensamiento divergente. La vida no está dividida por asignaturas", indicó.

| ¿Son importantes las artes en la Educación? El experto destacó la importancia de las artes plásticas para fomentar cualidades más flexibles, junto con la educación física. Ambas materias "secundarias". Más tarde, Guillén criticó las famosas "etiquetas" que se ponen al alumnado y destacó la vital importancia del lenguaje que usamos desde pequeños: "Es determinante", zanjó. "Cada cerebro es único, como el rostro, ¿lo tenemos en cuenta en el aula?", preguntó Jesús Guillén al auditorio.

| ¿Es necesario apostar por un aprendizaje activo? ¿Cómo se puede optimizar una clase? El experto recomendó hacer parones de cuatro minutos para practicar ejercicio físico. El ejercicio físico incide en la mejora de la atención educacional". Aludió al poder de las buenas preguntas y de las prácticas espaciadas en el tiempo. , aprendizaje invertido. Guillén también usó un vídeo de un profesor de física en Harvard muy reputado, disgustado porque -a pesar de los buenos resultados de sus alumnos- se planteó si estaban aprendiendo física de verdad. Y decidió hacer un cambio en el sistema. "Sabían responder a los problemas teóricos, pero cuando se le s cambiaban los planteamientos, no aplicaban la física". Así que cambió la metodología: Ellos preparaban en casa los contenidos y luego había una especie de "tutoría entre iguales". "Una persona que ha adquirido el conocimiento de forma reciente, es capaz de explicarlo mejor", indicó el experto.

| ¿Necesitamos cooperar?" "Es importante el conocimiento del profesorado sobre el estudiante. Y se habla mucho sobre la cooperación entre los estudiantes pero, ¿nosotros cooperamos?, se preguntó. "Cuando en nuestras clases nos centramos abiertamente en crear un estado positivo, empezamos a establecer en los cerebros de los alumnos unas asociaciones entre el aprendizaje y el placer que les va a durar toda la vida", proyectó en una cita de Ian Gilbert. "Hay que trabajar la cooperación, es más que trabajar en equipo, es un componente empático", aseguró.